sábado, 23 de noviembre de 2024
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La fe no deja de brillar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012

Londres (Lunes, 06-08-2012, Gaudium Press) Los Juegos Olímpicos de Londres, seguidos por millones de personas en todo el mundo a través de numerosos medios de comunicación, se han convertido en un canal de expresión pública de la fe de los atletas de todos los países. El nombre de Dios se ha escuchado en los labios de los campeones que le agradecen sus victorias, las cámaras muestran las oraciones en el último momento previo a las competencias y los atletas no han dudado en portar los símbolos religiosos que les recuerdan la fe durante las pruebas olímpicas. Esos mismos símbolos religiosos que están prohibidos por las leyes laborales británicas.

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Usain Bolt, medalla de oro en los 100 metros planos, ora instantes antes de las competencias. En su pecho, una medalla de la Virgen que hizo visible intencionalmente en el momento de la carrera. 

Uno de los casos más notorios, por su extraordinaria relevancia deportiva, es el del atleta jamaiquino Usain Bolt, medalla de oro en los cien metros planos y quien nuevamente superó la marca olímpica de velocidad. La señal de la Cruz, hecha en varias ocasiones ya en la línea de partida, y una medalla de la Santísima Virgen (presumiblemente la advocación de la Medalla Milagrosa) que rebotaba contra su pecho durante la competencia expresan la contradicción de las leyes británicas que restringen la expresión pública de la fe en ambientes laborales.

Mientras nadie se considera ofendido por las expresiones religiosas de los atletas, ni se cuestiona el uso de símbolos religiosos mientras no sean riesgosos para la actividad deportiva, el mundo recuerda el caso de la la azafata Nadia Eweida, despedida de British Airways por portar una pequeña cruz al cuello y quien perdió la batalla legal en contra de esta discriminación por su expresión religiosa.

Algunos de los deportistas han dado llamativos testimonios de fe, como el miembro del equipo español de hockey sobre césped, Carlos Ballvé, quien entrará a un Seminario católico en Bélgica tan pronto acabe el evento deportivo. Para él, los Juegos Olímpicos son «una experiencia increíble», en la que puede aportar un valor adicional: «No sólo el ganar, sino crecer en mi vivencia de la fe, compartiendo esto con gente de tantas partes del mundo», relató el deportista a el diario español El País.

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Katie Ledecky, quien con apenas 15 años de edad logró una medalla de oro para Estados Unidos. Manifestó que antes de cada carrera reza un Ave María.

Numerosas declaraciones de los campeones agradecen a Dios las victorias obtenidas ante los micrófonos de la prensa internacional, y manifiestan que la fe y la oración son esenciales en su preparación deportiva. Este es el caso de Katie Ledecky, ganadora de una medalla de oro en representación de los Estados Unidos, quien reza el Ave María antes de cada competencia. La fe, aseguró la atleta a Catholic News Service, «ha sido una gran parte parte de mi vida toda la vida». Ella estudia en una escuela católica de las Hermanas Siervas del Inmaculado Corazón de María en Maryland, a quienes considera como «grandes ejemplos de vida». «También me encanta asistir a la Eucaristía cada semana», comentó la deportista. «Es una gran oportunidad para reflexionar y conectarme con Dios».

Y es que los deportistas encuentran en Dios la fuerza y el valor para enfrentar sus más grandes retos profesionales. James Parker, coordinador ejecutivo católico y Secretario del programa Más que Oro, que coordina la pastoral de los atletas olímpicos, manifestó su alegría por la respuesta de las delegaciones: «Estoy complacido de poder informar que se están celebrando tres misas diarias dentro de la Villa Olímpica, específicamente para los atletas y oficiales», declaró a Radio Vaticano. «La más alta participación de cualquiera de los servicios religiosos (la Villa Olímpica cuenta con representantes de varias denominaciones) es a la Eucaristía diaria. Hay un número de atletas y delegados de varias naciones que están viniendo todos los días y poniendo a Cristo en el comienzo y en el centro de todo lo que hacen».

Con información de Radio Vaticano, Catholic News Sevice, El País y Asia News.

 

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