Manila (Lunes, 13-08-2012, Gaudium Press) Filipinas vive una situación angustiosa debido a las catastróficas lluvias que han afectado a unos 3.5 millones de personas y mantienen a más de 410 mil viviendo aún en centros de evacuación en varias regiones del país. En respuesta a esta situación, la Iglesia ha desplegado numerosas actividades de atención de emergencia, además de una campaña nacional de oración, a la que se ha sumado el Santo Padre Benedicto XVI, quien pidió a los católicos del mundo entero pedir por las víctimas los recientes desastres naturales en Filipinas, China e Irán.
«Estos acontecimientos han provocado numerosas víctimas y heridos, miles de evacuados e ingentes daños», expresó Su Santidad. «Os invito a uniros a mi oración por cuantos han perdido la vida y por las tantas personas probadas por calamidades tan devastadoras. Que no falte a estos hermanos nuestra solidaridad y nuestro apoyo».
La Iglesia se entrega en ayuda a los damnificados
La solidaridad y apoyo de la Iglesia se ha expresado en numerosas acciones en favor de los damnificados en Filipinas. Desde los primeros días de la tragedia, los templos católicos se convirtieron en centro de atención e incluso de refugio para quienes perdieron sus hogares, con la excepción de aquellos que también quedaron inundados.
La Iglesia atiende a los miles de damnificados que aún se refugian en áreas de evacuacion. Abajo, una mujer rescata de la inundación una imagen de la Santísima Virgen. |
La atención de los medios de comunicación y las agencias gubernamentales se ha centrado en la ciudad de Manila y sus alrededores, mientras que la Iglesia atiende también a los pobladores de regiones que no han recibido asistencia. La Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, a través de Cáritas lanzó operaciones de ayuda desde el pasado 08 de agosto, y autorizó el uso de recursos adicionales para financiar la atención a damnificados.
La necesidad es enorme. La Arquidiócesis de San Fernando en Pampaga reportó 160 villas, 11 municipios y 2 ciudades inundadas, para un total de 57 mil familias afectadas directamente. Una situación similar se presenta en las diócesis de Alaminos, Imus, Iba, Balanga, entre otras. Catholic Relief Service (Servicio de Ayuda Católica) identificó nueve regiones de atención prioritaria, entre las que se cuenta la ciudad de Antipolo.
«No podemos dar a todos lo que necesitan porque también tenemos recursos limitados», manifestó con preocupación un miembro del Centro de Acción Social de la Diócesis de Iba. Por el momento, en esa población los católicos proveen a los damnificados con arroz, alimentos enlatados y pastas. Con miles de personas aún refugiadas en escuelas y parroquias, las necesidades incluyen mantas, colchones y medicinas.
Equipo de voluntarios de Catholic Relief Service. |
Estas labores, además de los beneficios materiales para las víctimas, también dan frutos espirituales. «Como católico, para mejorar mi espiritualidad, es bueno ayudar a otros, y ayudarlos en el voluntariado en la misma área de evacuación donde están», expresó a CBCP News un joven voluntario anónimo de la parroquia de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Manila. Alvin Obligado, otro voluntario, explicó que ayudar a los demás fue su primera idea siendo él también un damnificado. «Es bueno ayudar a los demás sin recibir nada de ellos, y como católico lo único que puedo hacer por mi país y mi gente es servirles lo mejor que puedo», manifestó.
Con información e imágenes de CBCP News.
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