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Lima (Lunes, 26-11-2012, Gaudium Press) En un ambiente profundamente josefino, se celebró en Lima, el pasado viernes 23 de noviembre, el Acto de Clausura del III Simposio Internacional sobre San José, organizado por la Congregación Oblatos de San José. Los Congregación fue fundada por el sacerdote italiano San José Marello Vialle, aprobada por la Iglesia en 1909, y desde 1948 se estableció en Perú, para dedicarse al trabajo educativo y a la atención de Parroquias. Dentro de las actividades preparadas para el Año de la Fe en la Arquidiócesis de Lima, este Simposio contó con el auspicio del Cardenal Primado del Perú, Mons. Juan Luis Cipriani Thorne.
A cargo de dos personalidades en el campo josefino estuvo el día viernes, día de la clausura del Simposio. En primer lugar habló el Superior General de la Congregación Oblatos de San José, el sacerdote italiano Michele Picopo D´Ambrosio, que leyó su Ponencia de tipo pastoral con el tema «San José: camino de la Fe a la Caridad». Fue una extensa exposición procurando encontrar puntos concretos para la acción pastoral de los miembros de la Congregación.
La última Ponencia estuvo por cuenta del especialista y miembro de la Orden de Carmelitas Descalzos, el conocido Fray Enrique Llamas, presidente de la Sociedad Mariológica Española, que expuso el tema de «San José en la historia de la Vida consagrada». A partir de Santa Teresa de Jesús hizo un recorrido breve hasta nuestros días, colocando la persona de San José en el centro de la vida religiosa, como ejemplo de Fe y de Amor hacia Nuestro Señor Jesucristo.
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| El Obispo Emérito de Huari, Mons. Dante Frasnelli Tarter, OSJ, con los Ponentes y Provinciales de la Congregación de Oblatos de San José presentes en el Simposio |
En esta última jornada presidió la Mesa directiva el Obispo Emérito de Huari (Perú), Mons. Dante Frasnelli Tarter, O.S.J., una de las mayores personalidades de la Congregación Oblatos de San José.
Cuando el público asistente se preparaba para abandonar la sala, el padre Picopo D´Ambrosio dio la noticia de que la Congregación había tomado la decisión de abrir un «Centro Interamericano de Estudios sobre San José» en la ciudad de Apucarana, en Brasil. La noticia fue acogida con aplausos.
«Dar a conocer a San José» fue el mensaje dejado por el Superior General. Para ello se hace necesario «recuperar y rescatar» su figura, como nos decía ayer el carmelita español Fray Enrique Llamas. Perú es un país josefino donde el campo es fértil y la cosecha ha sido abundante.
San José, Patrono del Perú desde 1560, oficialmente desde 1828 y confirmado por el Pío XII desde 1957
Fray Jerónimo Loayza, fue el primer Arzobispo de Lima, y en 1560 erigió la «Hermandad del Señor San José», el día 3 de noviembre. Por ocasión del Sínodo Diocesano de 1592 convocado por el Santo Arzobispo Toribio Alfonso de Mogrovejo, la Hermandad solicitó que se considerase fiesta de guardar la festividad de San José; y les fue concedido este piadoso pedido. La Cofradía adquirió Capilla propia en el año 1618, y costeaba la solemne fiesta del santo en la Catedral con todos los requerimientos que comportaba.
A partir de 1760, a petición del XIV Arzobispo de Lima, Mons. Diego del Corro, el Papa Clemente XIII concedió Misa Propia del Señor San José, y esta se celebraba todos los días 19 de cada mes.
En tiempos de Santo Toribio se fundó en 1603 el Monasterio de las Descalzas de San José, de religiosas concepcionistas de Santa Beatriz da Silva. Hay en Perú, al menos, 83 pueblos con el nombre de San José. El nombre oficial de la ciudad de Barranco es San José de Surco; y en Huarochirí un pueblo se llama San José de los Chorrillos.
Fue solo en 1957 que los Obispos solicitaron al Papa Pío XII que «confirmase la elección del Celestial Patriarca como Patrono del Perú», a lo que accedió el Santo Padre el 19 de marzo del mismo año en un «Breve Apostólico» en el que declara al Señor San José «principal Patrono ante Dios, de la Nación Peruana, con todos los honores y privilegios litúrgicos que corresponden a los Patronos de los lugares».
Podemos resumir esta devoción popular existente en el Perú al Varón Justo, elegido por Dios desde toda la eternidad para esposo de María y Padre Virginal de su Hijo Jesucristo, en la existencia de 34 Parroquias, 23 Centros Educativos, 5 Seminarios, 7 Monasterios y 19 Congregaciones religiosas que llevan su nombre, sin contar las innumerables instituciones dedicadas a Obras Benéficas y sociales.
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