Opinión pública de Francia reconoce labor social de la Iglesia ante amenaza de intervención estatal en sus inmuebles

París (Jueves, 06-12-2012, Gaudium Press) Las polémicas declaraciones de la ministra de vivienda de Francia, Cécile Duflot, quien amenazó con «hacer uso de la autoridad» para utilizar los inmuebles de la Iglesia como alojamiento de personas sin techo durante el invierno, se convirtieron en oportunidad de destacar la extensa labor social que la Iglesia Católica realiza de forma discreta y continua.

La atención a las personas sin hogar es un apostolado continuo de la Iglesia.

«La Iglesia Católica hace muchísimo por los pobres, y en particular la Arquidiócesis de París», expresó la exministra de Vivienda Christine Boutin, al conocer la postura de la actual ministra. «Hay muchas campañas que ya han comenzado en la capital y los suburbios por parte de la Iglesia, que no necesita estas palabras para actuar». Entre los reportes que se han realizado a raíz de la discusión, se ha dado a conocer que la cuarta parte de los alojamientos del plan de invierno en París es proporcionada por la Arquidiócesis. Una situación similar es tangible en Lyon, según reportó la Diócesis: «Cuando la policía encuentra una familia en la calle, ya no llama al 115 porque saben que está saturado, llama directamente a la parroquia para conocer si se puede acomodar».

Esta realidad contrasta con las polémicas frases de la funcionaria al informativo Le Parisien, quien aseguró que la Iglesia no comparte los «objetivos de solidaridad» del gobierno: «Parece que el Arzobispo de París posee varios edificios casi vacíos. Acabo de escribirle una carta para ver cómo se pueden utilizar esos locales». La ministra Duflot fue mucho más allá: «Espero que no sea necesario demostrar autoridad (…) La Iglesia forma parte de las personas morales a las que el Estado puede requerir».

La molestia de la Iglesia ante el anuncio se hizo notar. Fuentes de la Arquidiócesis de París describieron a los medios el compromiso de la Iglesia en Francia en ayuda de los desposeídos. «El año pasado acogimos a 120 personas, entre tres días y cuatro meses», cita el periódico Le Monde. «No sólo les abrimos las puertas: algunos fieles comen y duermen con ellos y les ayudan a recrear vínculos para que puedan reintegrarse en la sociedad». El medio también destacó la apertura de un nuevo hogar para alojar 50 personas, a lo que comenta la fuente: «La Prefectura de París, con quien tuvimos una reunión en octubre, sabe lo que hacemos. Cécile Duflot parece que no».

Secours Catholique, la agencia asistencial de la Iglesia en Francia, anunció que ha invitado a todas las parroquias a título voluntario a proporcionar alojamiento en la noche en las habitaciones o apartamentos que se encuentren desocupados. Con el apoyo de las Hijas de la Caridad, se dispuso también un refugio de emergencia adicional con 25 alojamientos en la región de París y se destinó un ala de mil metros cuadrados del monasterio benedictino de Nuestra Señora de Jouarre que será habilitado prontamente. La Iglesia, además, busca que sus soluciones signifiquen para las personas sin hogar el acceso «a una casa completa: el calor, la comida, el diálogo. En resumen, una solución más rica y completa que simplemente abrir la sala de un gimnasio cuando la temperatura descienda por debajo de cero», afirmó la institución en un comunicado.

Diversas voces civiles respaldaron el reclamo de la Iglesia. «La Iglesia desempeña un papel importante en el campo de la solidaridad», expresó el abogado Jean-Pierre Mignard, miembro del Consejo Nacional del Partido Socialista de Francia, quien calificó el hecho como «una toma de posición poco o mal pensada». Los columnistas de varios medios de comunicación han expresado que la acusación de la ministra podría tener un interés político, al afectar la imagen de la Iglesia en momentos en que ha alzado su voz en otros campos, como la defensa de la familia y la definición natural del matrimonio.

«La credibilidad social de la Iglesia es verdadera», afirmó Mons. Bernard Podvin, portavoz de la Conferencia Episcopal de Francia. «También destaco el reconocimiento de la realidad de su trabajo a través de los informes presentados por los medios de comunicación». En su opinión, los ciudadanos expresaron su respaldo al trabajo social que justamente salió a la luz pública a raíz de la controversia. «Sentí una oleada favorable», afirmó el portavoz.

Con información de Aceprensa, La Vie, Lyon Mag y Secours Catholique.

Miguel Farías – Gaudium Press.