Ciudad del Vaticano (Viernes, 01-02-2013, Gaudium Press) Varias acciones disciplinarias recientes han tenido lugar en Estados Unidos y han llamado la atención de la opinión pública sobre la Doctrina de la Iglesia Católica con referencia a la imposibilidad de que las mujeres sean ordenadas como sacerdotes. En este contexto, el Teólogo de la Casa Pontificia, Padre Wojciech Giertych, explicó a la agencia informativa Catholic News Service la posición de la Iglesia en la materia. «No somos libres de inventar el sacerdocio de acuerdo a nuestras costumbres, de acuerdo a nuestras expectativas», expresó.
El Teólogo de la Casa Pontificia, P. Wojciech Giertych |
El experto, quien tiene como misión revisar los documentos pontificios para garantizar su correspondencia con la Doctrina de la Iglesia, expuso que las normas que la Iglesia aplica en los sacramentos deben ajustarse a lo que designó Dios: «En teología, nos basamos no en expectativas humanas, sino en la Palabra revelada de Dios».
La ordenación masculina es voluntad de Dios
El P. Giertych rechazó la idea de una motivación social o cultural detrás de la ordenación sacerdotal exclusivamente masculina. «Cristo fue valiente con respecto a las costumbres sociales locales, Él no tenía miedo de ser contrario a la cultura». Ni siquiera la presión de los más poderosos pudo cambiar el contenido de su predicación: «Él tenía su propio trabajo, su misión».
El teólogo afirmó a la agencia que los teólogos sólo pueden aceptar que fue voluntad de Jesucristo escoger sólamente hombres para ser sus apóstoles, de la misma forma como se acepta el hecho de la Encarnación, o el misterio de la Eucaristía. «En el misterio de la fe, necesitamos doblar nuestras rodillas frente a algo que hemos recibido», afirmó el sacerdote. Los teólogos no pueden comprender totalmente los motivos de Dios, pero sí admirar «la coherencia interna y la belleza del misterio».
«El Hijo de Dios se hizo carne, pero no se hizo carne como una humanidad sin sexo, sino como un hombre», explicó. El sacerdote debe servir como imagen de Cristo, y su masculinidad es esencial para esta función. Además de este hecho, el P. Giertych señaló otros motivos que hacen que los hombres sean aptos para el sacerdocio, de acuerdo a las diferencias naturales entre los sexos.
Los hombres, explicó, tienden a pensar en Dios a través de definiciones filosóficas y silogismos lógicos, lo cual ayuda notablemente a cumplir su deber de transmitir las enseñanzas de al Iglesia. Si bien las mujeres poseen capacidades administrativas, el teólogo expresó que los sacerdotes aman a la Iglesia de una «forma masculina». Muestran preocupación «por las estructuras, por el techo de un templo cuando hay goteras, por la Conferencia de Obispos, por el Concordato entre la Iglesia y el Estado».
La misión de la mujer en la Iglesia
«Las mujeres tienen un acceso especial al corazón de Jesús «, afrimó el Teólogo de la Casa Pontificia. En la imagen,el Sagrado Corazón de Jesús se revela a Santa Margarita María Alacoque |
Ante la posibilidad de que una mujer se sienta honestamente convencida de tener este llamado, el teólogo aclaró que la creencia subjetiva no significa la existencia objetiva de la vocación enviada por Dios, y que cada persona tiene un lugar dentro de la Iglesia. «Cada bautizado, hombre o mujer, participa del sacerdocio de Cristo a través del sacramento del Bautismo, obteniendo los frutos del Misterio Pascual para la propia alma», expuso. En su opinión, las mujeres parecen ser más aptas para extraer de este modo los beneficios de Cristo, «a través de la calidad de su oración, de la calidad de su fe».
«Las mujeres tienen un acceso especial al corazón de Jesús «, afirmó el teólogo, «en una forma muy vivencia de acercarse a Él, de tocarlo, de orar con Él, de ungir su cabeza, de besar sus pies». Estás imágenes bíblicas describen en su opinión su vocación en la Iglesia: «La misión de la mujer en la Iglesia es convencer al hombre de que el poder no es lo más importante», destacó, «ni siquiera el poder sacramental. Lo que es más importante es el encuentro con el Dios vivo a través de la fe y la caridad».
Por este motivo es innecesario pretender transformar el sacramento del Orden: «Las mujeres no necesitan el sacerdocio», continuó el P. Giertych, «porque su misión es muy hermosa en la Iglesia de todas maneras». El hecho de que Cristo sea hombre y no mujer es en realidad el motivo esencial de esta relación especial. El teólogo recordó la a una religiosa contemplativa que agradecía la masculinidad de Cristo, porque le facilitaba el acceso a Él en la oración. «La relación de amor, de adherencia, de relación esponsal con Cristo es más fácil para la mujer», afirmó.
Con información de Catholic News Service.
Deje su Comentario