Trípoli (Viernes, 01-02-2013, Gaudium Press) Una grave situación de persecución padece la población católica de Cirenaica, región autónoma del Noroeste de LIbia, ante las presiones de grupos fundamentalistas. Mons. Giovanni Innocenzo Martinelli, Vicario Apostólico de Trípoli, alertó a la Agencia Fides sobre las difíciles condiciones que enfrentan los cristianos. «Dos comunidades religiosas han dejado la Cirenaica tras ser presionadas por los fundamentalistas», comentó. «La situación es crítica».
Mons. Giovanni Innocenzo Martinelli, Vicario Apostólico de Trípoli. |
El riesgo inminente de violencia anticristiana en la región afecta incluso a las autoridades eclesiásticas. «El 20 de febrero está prevista la realización de grandes manifestaciones en toda la Cirenaica, por lo que el Vicario apostólico de Bengasi ha sido advertido de dejar la iglesia a partir del 13 de febrero y ponerse al seguro», expresó el prelado.
Las comunidades que tuvieron que abandonar la zona son la Congregación de la Sagrada Familia de Spoleto, presente en el lugar desde hace casi 100 años y las Hermanas Franciscanas de Niño Jesús, quienes trabajaban en la localidad de Barce. A estas congregaciones hay que agregar a un sacerdote salesiano polaco, que según Mons. Martinelli ya había sido objeto de ataques por parte de radicales.
«Aquí en Trípoli hasta el momento la situación es relativamente tranquila, pero en la Cirenaica, la atmósfera es muy tensa», continuó su diagnóstico el Vicario Apostólico. A pesar de los riesgos, la presencia de la Iglesia continuará en la zona. «Como Iglesia tomaremos nuestras precauciones, pero no podemos abandonar a los cristianos que permanecen en su lugar», sostuvo. «Dos comunidades religiosas se quedarán en Benghazi, una pequeña comunidad en Tobruk y, por último, otra pequeña comunidad de hermanas de la India en Beida», afirmó Mons. Martinelli.
«Lamentamos tener que reducir nuestras actividades en esa zona porque hemos construido una relación muy fuerte y hermosa, hecha de testimonio y amistad con el pueblo de Libia», declaró el prelado, quien afirmó que los grupos anticristianos no representan la verdadera identidad del pueblo libio, sino que son apenas una parte de las muchas expresiones de la sociedad. «Nos quedamos empobrecidos, pero llenos de esperanza de que algún día nuestras comunidades se reanudarán con vigor», concluyó.
Con información de Agencia Fides.
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