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Caracas (Sábado, 10-08-2013, Gaudium Press) En una reciente entrevista televisiva, el Arzobispo de Caracas, Venezuela, Card. Jorge Urosa Savino, expuso los beneficios sociales de la educación religiosa y relató detalles de su petición formal al gobierno de su restablecimiento en las escuelas públicas del país. Según el purpurado, la situación de criminalidad en el país está fundada en un problema espiritual, ya que es la religión la que puede dotar a los jóvenes de «la fuerza interior para dominar la violencia, para dominar la cólera, la ira, para dominar la soberbia que lleva un muchacho a matar a otro», afirmó.
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| Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas. |
El Arzobispo lamentó que no haya sido posible el retorno de la educación religiosa a las instituciones públicas. «Eso lamentablemente en los últimos años ha encontrado muchas trabas», expresó al canal Televen, agregando que hay altos mandos que se oponen incluso a las actividades de catequesis que no constituyen asignatura. También aclaró que «no pretendemos imponerle la educación religiosa católica a nadie», ya que la asignatura podría ser elegida libremente.
La inclusión de la alternativa de la asignatura de religión por parte del Estado, en lugar de una imposición religiosa, significa simplemente «apoyar y ayudar a la gente a que reciba ese mensaje de amor y ese mensaje de control moral que debe tener una persona para convivir en sociedad». En su lugar, removerla por completo perjudica de forma notable la armonía social.
Según el Cardenal Urosa, el retiro de la educación religiosa de las escuelas públicas en 2004 muestra su impacto en la actualidad. «Cuando uno analiza la realidad de los crímenes que aquí hay ocurrido, y de las personas que están en las cárceles, la mayoría son personas que no han tenido la formación religiosa», explicó. «Entonces, nosotros abogamos porque para que haya una verdadera convivencia pacífica, para que baje la criminalidad, para que baje la violencia, se restituya la posibilidad de impartir la educación religiosa en las escuelas públicas».
El Arzobispo lamentó que la oleada de violencia en el país llegue a niveles que impidan incluso la celebración de Eucaristías en la tarde para que los fieles no queden expuestos al riesgo de sufrir un crimen. «Ya después de las siete de la noche la gente no quiere estar fuera de su casa», describió. Por este motivo reiteró el compromiso de cooperación de la Iglesia en la búsqueda de alternativas para frenar la violencia.
Con información de ACI.
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