Ciudad del Vaticano (Jueves, 21-11-2013, Gaudium Press) La Misericordina es probablemente la medicina más publicitada en el mundo en los últimos días. Después de que el propio Papa Francisco lo recetara después del Ángelus del pasado 17 de noviembre, el medicamento consistente en un Santo Rosario y una estampa de Jesús Misericordioso con instrucciones para rezar la Coronilla de la Divina Misericordia fue noticia alrededor del mundo (ver noticia anterior). La Guardia Suiza narró la historia detrás de la popular receta «para dar fruto al final del Año de la Fe».
«Esta insólita iniciativa en la Plaza de San Pedro fue querida por Mons. Konrad Krajewski, que durante 14 años ha sido uno de los ceremonieros del Papa y que desde agosto es limosnero de Su Santidad», relató la página de la Guardia Suiza (encargados tradicionales de la defensa del Santo Padre) en Facebook y divulgada por el portal Aleteia. «La «medicina» fue traída por el Arzobispo de Gdansk (Polonia) Monseñor Slawoj Leszek Glodz. Mons. Krajewski la presentó al Papa Francisco, quien quedó entusiasmado y pidió que se ofreciera a la gente para la clausura del Año de la Fe».
Estos detalles de la historia inmediata de la Misericordina fueron acompañados de una foto de los guardias, sin uniforme, preparando las cajas que serían entregadas a los fieles en la Plaza de San Pedro. Pero el texto incluyó además el origen de la idea, creada en 2011 por el seminarista Blazej Kwiatkowski de la Arquidiócesis de Gdansk.
Los Guardias Suizos ensamblan las cajas de Misericordina. Foto: Guardia Suiza Pontifica. |
«Como cada año, necesitábamos algún regalo-recuerdo y así pensamos proponer la Coronilla de la Divina Misericordia de un modo insólito, metiéndola en una cajita con un nombre que recuerda el de un verdadero medicamento de la farmacia» relató el seminarista. «Añadimos una pequeña imagen de Jesús Misericordioso y una hoja ilustrativa con explicaciones de cómo usarla, cómo recitar la Coronilla, de forma parecida a un prospecto en una medicina normal».
Según Kwiatkowski, la idea de la particular presentación es que no requiriera una elaborada explicación y que expresara la ayuda de la oración para el bienestar del alma. «Es una ‘medicina’ para las personas en dificultad que combaten con el pecado, con las tentaciones, para los que tienen problemas en perdonar, y también para aquellos que quieren dar gracias y alabar a Dios, Su Misericordia», agregó. «Está escrito también que este ‘medicamento’ no tiene fecha de caducidad, ni contraindicaciones. En caso de duda, hay que consultar un sacerdote o una monja o un catequista.»
El nombre de la medicina y su descripción como «gránulos intracardiacos» fue reportado por el seminarista como un feliz hallazgo. La palabra «Misericordium» del latín está referida al «cor» (el corazón) y permite hacer referencia al saludable efecto de la medicina papal «en sentido espiritual y moral».
Las cajas fueron armadas por los miembros de la Guardia Suiza Pontificia «bajo la guía del sargento Marcel Riedi y con la ayuda de las familias de los guardias y de las Monjas Albertinas (que se ocupan de la cocina de la Guardia) y trabajadores laicos vaticanos», describió el texto. Los miembros de este cuerpo de seguridad dedicaron su tiempo libre durante las noches y las madrugadas en el mes de octubre, dedicado al Santo Rosario. Por este motivo, muchos de ellos realizaban esta tarea en ambiente de oración.
El fruto de su trabajo, al igual que la creatividad de los seminaristas polacos, llegó a muchas más personas que las miles congregadas en la Plaza de San Pedro. A causa de la prescripción del Papa, millones de fieles alrededor del mundo conocen esta receta, siempre disponible para aliviar los males más determinantes de la existencia humana.
Con información de Aleteia.
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