Bangassou (Viernes, 14-02-2014, Gaudium Press) El Obispo de Bangassou, República Centroafricana, Mons. Juan José Aguirre, negó que en el país existan «milicias cristianas» que estén atacando a la población musulmana como se afirmó recientemente en medios de comunicación europeos. La existencia de grupos de autodefensa es indiscutible, pero no se trata de grupos cristianos sino de personas «que fueron traumáticamente machacados, pisoteados, robados e incluso víctimas de asesinatos por parte los Seleka desde hace más de un año» y que tomaron las armas en medio de la grave crisis del país. El prelado advirtió que estos nuevos grupos significan un grave riesgo para la seguridad de la población y que la Iglesia ayuda a los musulmanes que huyen de la violencia.
Mons. Juan José Aguirre, Obispo de Bangassou, República Centroafricana. Foto: Ayuda a la Iglesia Necesitada. |
«De ninguna manera podemos decir que los Anti-balaka es un grupo cristiano», aclaró el Obispo. «Los Anti-balaka están formados por gente muy variada y terriblemente exaltada, entre ellos los que nosotros llamamos ‘los desheredados’: bandidos, ex presos, delincuentes, criminales… que se han integrado en este grupo y se están extendiendo como una plaga de langostas por toda la República Centroafricana matando musulmanes».
Al contrario de lo que podría imaginarse con base en recientes artículos de prensa, el prelado relató que «las iglesias cristianas están abarrotadas de musulmanes buscando refugio. Viven en las parroquias y en las misiones cristianas, están acogidos por los cristianos». Si bien la población cristiana sufrió los terribles ataques de los grupos de seleka (mayoritariamente compuestos de musulmanes extremistas), no se identifica con los actos de violencia que afectan de forma indiscriminada a los musulmanes. «Los cristianos están viviendo con horror, con un gran dolor toda esta muerte violenta de musulmanes», afirmó Mons Aguirre.
Poblado destruido en un ataque seleka cerca de Bossangoa en 2013 . Foto: Caritas Internationalis/Valerie Kaye |
Las declaraciones del Obispo fueron hechas a Ayuda a la Iglesia Necesitada, una organización que denunció reiteradamente la preocupante situación de anarquía y violencia que vive el país durante el último año (ver noticia anterior). En opinión del prelado, el problema fue no haber detenido la acción de los combatientes seleka que devastaron el país y motivaron la oleada de violencia que surgió como respuesta a la barbarie padecida anteriormente. El Obispo expresó su preocupación por el sufrimiento que causan estos nuevos grupos y la posibilidad de que incluso después de ser controlados sean el origen de nuevas actividades criminales.
«La Iglesia Católica en la República Centroafricana quiere el perdón, que se pase página, quiere y busca la reconciliación, no quiere ni venganza ni más violencia», recordó Mons. Aguirre, quien reafirmó su certeza de que la violencia no es la respuesta de los cristianos. «Si hay cristianos en los Anti-balaka son una minoría de jóvenes histéricos que se han rebelado contra los Seleka, pero las comunidades cristianas en absoluto, de ninguna de las maneras, están allí realizando esta violencia contra los musulmanes», declaró.
Con información de Ayuda a la Iglesia Necesitada
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