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Celebrarán en la Basílica de Guadalupe el 12º aniversario de la Canonización de San Juan Diego

Ciudad de México (Viernes, 25-07-2014, Gaudium Press) El próximo 31 de julio se celebrará el 12º aniversario de la Canonización de Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el indio que contempló el rostro de la Virgen, «La Morenita del Tepeyac». Para hacer presente el gran acontecimiento del santo indígena, la Arquidiócesis de México prepara una conmemoración solemne en el Santuario de la Virgen de Guadalupe, que presidirá el Cardenal Norberto Rivera Carrera, Arzobispo Primado de México.

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El indio Juan Diego fue canonizado hace 12 años por el Papa Juan Pablo II, «un hombre santo que venía a canonizar a otro hombre santo».

La celebración será ocasión para recordar también a San Juan Pablo II, quien en su quinta y última visita en el país latinoamericano presidió la Canonización del santo indígena, «un hombre santo venía a canonizar a otro hombre santo», diría el Cardenal Rivera en el 10º aniversario de la canonización de San Juan Diego.

Los homenajes que presidirá el purpurado mexicano comenzarán a partir de las 10:00 horas con un encentro en la explanada de la Antigua Capilla de los Indios, que precisamente recibe este nombre porque fue construida para el culto de los indígenas a la Virgen. Posteriormente, a las 12:00, se celebrará la Misa Solemne en la Basílica Guadalupana bajo los pies de la Virgen del Tepeyac. Como ocurre cada año en el aniversario de la canonización de San Juan Diego -y como sucedió hace 12 años durante la ceremonia que presidió San Juan Pablo II-, se espera la participación de varios grupos indígenas, quienes elevarán su acción de gracias a Dios con danzas y ofrendas florales.

Tal como concedió el Cardenal Rivera en 2011, quienes visiten con devoción la ermita de San Juan Diego -situada en la Antigua Capilla de los Indios-, participen en los actos religiosos conmemorativos a la canonización, se confiesen, comulguen y ofrezcan la Santa Misa por las intenciones del Santo Padre, podrán recibir la Indulgencia Plenaria.

Un indio sencillo y humilde que contempló el rostro dulce y sereno de la Virgen

«Con gran gozo he peregrinando hasta esta Basílica de Guadalupe, corazón mariano de México y de América, para proclamar la santidad de Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el indio sencillo y humilde que contempló el rostro dulce y sereno de la Virgen del Tepeyac, tan querido por los pueblos de México», como expresaría el Papa Juan Pablo II hace 12 años al presidir la ceremonia de Canonización del indio Juan Diego.

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La celebración principal será una Solemne Misa a los pies de la Virgen de Guadalupe / Fotos: SIAME

«¿Cómo era Juan Diego? ¿Por qué Dios se fijó en él? El libro del Eclesiástico, como hemos escuchado, nos enseña que sólo Dios ‘es poderoso y sólo los humildes le dan gloria’. También las palabras de San Pablo proclamadas en esta celebración iluminan este modo divino de actuar la salvación: ‘Dios ha elegido a los insignificantes y despreciados del mundo; de manera que nadie pueda presumir delante de Dios'», continuaba entonces el Santo Padre.

Prosiguiendo con su Homilía, el Pontífice luego se refirió a San Juan Diego como un instrumento de Dios para el encuentro entre dos mundos: «Juan Diego, al acoger el mensaje cristiano sin renunciar a su identidad indígena, descubrió la profunda verdad de la nueva humanidad, en la que todos están llamados a ser hijos de Dios en Cristo. Así facilitó el encuentro fecundo de dos mundos y se convirtió en protagonista de la nueva identidad mexicana, íntimamente unida a la Virgen de Guadalupe, cuyo rostro mestizo expresa su maternidad espiritual que abraza a todos los mexicanos».

Finalmente, San Juan Pablo II, al culminar su Homilía oró al «¡Amado Juan Diego, ‘el águila que habla’! «, para que enseñase «el camino que lleva a la Virgen Morena del Tepeyac, para que Ella nos reciba en lo íntimo de su corazón, pues Ella es la Madre amorosa y compasiva que nos guía hasta el verdadero Dios».

Con información de SIAME.

 

 

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