Ciudad del Vaticano (Lunes, 28-07-2014, Gaudium Press) El presidente de la Asociación Internacional de Exorcistas, Padre Francesco Bamonte, contó, en entrevista para la Radio Vaticana, cuáles son las mejores armas para defenderse del demonio. De acuerdo con el sacerdote, no basta saber que los demonios existen, sino es necesario conocer cómo actúan para no caer en sus trampas.
Los demonios «quieren que seamos como ellos; no quieren la santidad de Cristo en nosotros, no quieren nuestro testimonio cristiano, no quieren que seamos discípulos de Jesús», advirtió.
Por este motivo, explicó que la presencia de sacerdotes exorcistas en las Diócesis es importantísima, pues de lo contrario el pueblo comienza a ir atrás de magos, hechiceros, brujas, sectas, etc.
«El exorcista es antes que nada un evangelizador, un sacerdote, independiente del origen del mal que padece quien acude a él, sea o no sea una auténtica forma de acción extraordinaria del Demonio, el sacerdote exorcista se esfuerza para infundir serenidad, paz, confianza en Dios y esperanza en su gracia».
El Padre Bamonte presentó cuatro armas para que los fieles luchen contra la acción demoníaca:
1ª – La Palabra de Dios: «Esta es el arma más poderosa, como dice el Papa Francisco, que nos invita a llevar siempre en el bolsillo un Evangelio. En nuestro interior, esta Palabra, cuando entra, vive, actúa y nos llena de gracia del Espíritu Santo».
2ª – El Rosario: «Le sigue la oración del Santo Rosario, el encomendarse a Nuestra Señora, a quien el Demonio odia especialmente».
3ª – La Confesión: «Es importante reconocernos pecadores humildemente, confesar nuestros pecados y pedir a Dios la fuerza para no pecar más».
4ª – La Santa Misa: «La participación en la Santa Misa en los días festivos, y también la lucha contra nuestros vicios, contra lo que el pecado original dejó en nosotros, para que triunfe el hombre nuevo en Cristo». (EPC)
Deje su Comentario