jueves, 28 de marzo de 2024
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Iglesia de Copiapó recibió con alegría a su nuevo obispo, monseñor Celestino Aós, en Chile

Copiapó (Miércoles, 22-10-2014, Gaudium Press) Durante la tarde del domingo 19 de octubre, se efectuó la solemne celebración de toma de posesión de la Diócesis de Copiapó por parte de monseñor Celestino Aós Braco, quien sucede al obispo emérito, monseñor Gaspar Quintana en la administración de esta jurisdicción eclesial.

Con alegría y mucho entusiasmo, cientos de personas participaron de la procesión que culminó en el frontis de la Catedral, lugar en donde se elevó un altar y se celebró la Santa Misa que fue presidida por el Nuncio de Su Santidad en Chile, monseñor Ivo Scapolo. Con la presencia de más de 20 obispos de todo el país, sacerdotes y diáconos de la región de Atacama, el acto religioso comenzó con la entronización de la imagen histórica de la Virgen de La Candelaria.

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En la ocasión, el ahora obispo emérito, monseñor Gaspar Quintana, saludó muy sentidamente a los presentes y dio la bienvenida a monseñor Celestino, recordando además la trayectoria de los anteriores obispos de Copiapó. Finalmente y dirigiéndose a su sucesor pidió a María «que derrame sobre ti la ternura y sabiduría de su corazón como Madre de Cristo, luz de las naciones, Virgen de La Candelaria».

En la homilía, el Nuncio Apostólico destacó el momento histórico que vive la Iglesia de Atacama y agradeció la labor pastoral de monseñor Gaspar.

Luego tuvo lugar el rito de la profesión de fe y las promesas de monseñor Celestino. A continuación cada obispo impuso sus manos sobre el nuevo obispo. Las insignias episcopales fueron presentadas al altar, el anillo por su familia, la mitra por una religiosa y el báculo por una familia catequista. Una vez concluido este momento, el prelado tomó posesión de la Diócesis, siendo presentado oficialmente a los fieles como el nuevo Obispo de Copiapó.

Uno a uno los obispos y sacerdotes asistentes saludaron al nuevo Pastor. Especialmente emotivo fue el momento en que monseñor Celestino recibió el abrazo del obispo saliente, y que fue seguido por la comunidad con un gran aplauso.

Antes de finalizar la celebración, monseñor Celestino tomó la palabra para agradecer al Señor «que ha hecho grandes cosas en mí». También dio las gracias a todas las personas que lo acompañaron, especialmente a los obispos y a quienes viajaron desde los lugares más distantes de la Diócesis. Asimismo, tuvo palabras de reconocimiento a los jóvenes que conformaron el equipo de servicio: «No se cansen de seguir a Cristo» les dijo y agregó «vale la pena ser sacerdote».

Con información de la Diócesis de Copiapó.

 

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