Washington (Sábado, 25-10-2014, Gaudium Press) La enfermera Nina Pham, quien contrajo el virus del ébola en Estados Unidos tras tratar un paciente con esta enfermedad, fue declarada libre del peligroso mal y compartió su testimonio al mundo. La mujer, quien vive en la ciudad de Dallas y es de origen vietnamita, no dudó en manifestar su fe – es descrita por sus amigos como una católica devota – al celebrar su curación.
Nina Pham, durante su tratamiento bajo estrictas medidas de seguridad. Foto: Texas Health Resources. |
«Primero que todo quisiera agradecer a Dios, a mi familia y amigos», comentó Pham en una rueda de prensa el pasado 24 de octubre, según informó Catholic News Service. «A través de esta tribulación, he puesto mi confianza en Dios y en mi equipo médico». Laenfermeraa agradeció a todas las personas que se involucraron en su riesgoso tratamiento, así como al sobreviviente del ébola Dr. Kent Brantly, quien donó el plasma que se usó para combatir la enfermedad.
Pero su testimonio de fe no se limitó a esta mención de Dios. Pham explicó su convencimiento de la importancia de la dimensión espiritual de su curación. «Yo creo en el poder de la oración» afirmó. «Sé que muchas personas en todo el mundo han estado orando por mí. Yo me uno en oración ahora por la recuperación de otros».
La comunidad parroquial de Nuestra Señora de Fátima, a la cual pertenece Pham y su familia, organizó jornadas de oración por su recuperación y su párroco, el P. Jim Khoi estuvo atento de su evolución y en contacto con su madre, quien se transladó a un hotel cercano al hospital durante la convalecencia de su hija. La Diócesis de Fort Worth manifestó su compromiso de oración por la enfermera y su disposición de cooperación en todo cuanto fuera necesario.
Con información de Catholic News Service y Star-Telegram.
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