Santa Cruz del Sur (Lunes, 26-01-2015, Gaudium Press) En su más reciente artículo, Mons. Canísio Klaus, Obispo de la Diócesis de Santa Cruz del Sur, en el estado de Río Grande del Sur, Brasil, escribió sobre San Pablo Apóstol, recordando que el domingo pasado, día 25, la Iglesia conmemora su conversión al cristianismo. Para él, es un evento importante de ser recordado, por el hecho de que San Pablo fue el gran misionero de los principios de la Iglesia.
San Pablo de Agnolo Gaddi Galería Nacional, Parma, Italia |
El Prelado explica que el cristianismo, ciertamente, no sería lo que es sin el trabajo misionero de San Pablo, que se asoció tardíamente al colegio de los apóstoles. Según Mons. Klaus, fue el apóstol que abrió, decididamente, las puertas de la fe cristiana a los paganos, predicando que Dios no hace distinción entre judío y griego, pues «todos tienen el mismo Señor, que es generoso para con todos los que lo invocan» (Rm 10,12).
«Convencido de esta afirmación, San Pablo recorrió varios países de Asia y Europa, anunciando a Jesucristo e invitando a la conversión. Es por eso que, excluidos los cuatro evangelios, la mayor parte de los libros bíblicos del Nuevo Testamento habla de la actividad de San Pablo, incluidas ahí sus cartas», agrega.
El Obispo además afirma que para guardar la memoria de este gran apóstol, muchas personas llevan el nombre de Pablo en sus certificados de nacimiento y seis papas adoptaron el nombre de «Pablo» en su ministerio de pastores de la Iglesia Universal. Él explica que, además de estos, dos papas más adoptaron el nombre de Pablo junto al de Juan, pasando a llamarse Papa Juan Pablo.
«Uno de ellos fue San Juan Pablo II, canonizado por el Papa Francisco en 2014. Y fue San Juan Pablo II que hizo una donación histórica al Santuario San Pablo de Ilópolis (Brasil), entregándole una de sus casullas (túnicas). Fue la forma que él encontró para valorizar uno de los únicos (sino el único) santuario consagrado al gran apóstol Pablo en todo el mundo», recuerda.
De acuerdo con el Prelado, tener un santuario en una región es una gracia especial, que solo a algunos pocos es reservada, implicando en una serie de programaciones con el objetivo de avivar la devoción al santo que es reverenciado en el santuario. Él resalta que la mayoría de los santuarios son consagrados a María, que es el caso de los santuarios de la Madre Tres Veces Admirable de Schoenstatt, en Santa Cruz del Sur, y de Nuestra Señora de Czestochowa, en Mons. Feliciano.
«Es también el caso de los santuarios de Nuestra Señora de la Medianera, en Santa María, Nuestra Señora de Caravágio, en Farroupilha, Nuestra Señora Aparecida, en San Pablo, Nuestra Señora de Guadalupe, en México, y Nuestra Señora de Fátima, en Portugal.»
Mons. Klaus resalta que el hecho de que el Santuario de Ilópolis sea uno de los pocos santuarios consagrados a San Pablo en todo el mundo aumenta la responsabilidad de los liderazgos locales, tornándola mayor en la medida en que la Iglesia va despertando su consciencia misionera, así como fue apuntado por el Episcopado Latinoamericano en la Conferencia de Aparecida. Por último, él enfatiza que al insistir que precisamos recobrar el «fervor espiritual», sin perder «la dulce y confortadora alegría de evangelizar, inclusive cuando es necesario sembrar entre lágrimas», el episcopado apunta los ejemplos de los apóstoles Pedro y Pablo (DA n. 552).
«Hago votos de que, del Santuario San Pablo de Ilópolis, se irradien muchas luces y se provoquen fuertes impulsos para llevar adelante la misión evangelizadora en la Diócesis de Santa Cruz del Sur. San Pablo Apóstol, junto con San Juan Pablo II, vivamente presente en el santuario de Ilópolis, habrán de obtenernos esta gracia», concluye. (FB)
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