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Roma (Viernes, 15-07-2016, Gaudium Press) En la noche de miércoles fue reabierto el lugar donde según la tradición San Pedro estuvo preso en Roma: la Cárcel Mamertina.
Ella es considerada como uno de los sitios arqueológicos más antiguos e importantes para la historia de Roma y de la Iglesia. Su reapertura ocurre cuando en él fueron concluidos los trabajos de excavaciones arqueológicas y de remodelación promovidos por la Obra Romana de Peregrinaciones.
Mons. Liberio Andreatta y la Cárcel Mamertina
Con ocasión de la reapertura, Mons. Liberio Andreatta, vicepresidente de la organización que promovió las excavaciones arqueológicas y las remodelaciones de la Cárcel Marmetina, habló a la Radio Vaticana sobre este verdadero memorial y monumento histórico, su autenticidad e importancia.
Son palabras de Mons. Andreatta:
– La tradición considera como una cosa segura, y no apenas a través de los escritos que heredamos y los testimonios, sino también a través de toda la iconografía y de todas las imágenes que encontramos excavando dentro de la Cárcel: desde el inicio de los primeros siglos de la Iglesia, la comunidad cristiana veneró este lugar. Por tanto, deducimos que casi ciertamente esta fue la Cárcel donde Pedro fue preso, donde convirtió y bautizó a sus dos carceleros.
Sobre la campaña de excavaciones conducida por la Obra Romana Peregrinaciones que llevó a la reapertura de la Cárcel Mamertino, dijo Mons. Andreatta:
-Nosotros asumimos el compromiso de recuperar y traer a la luz lo que fue y, hasta incluso, el antiguo Tullianum.
Piense que el Tullianum remonta al VII siglo a.C.: es un lugar a los pies del Rochedo Tarpea; un lugar sagrado, porque tenía la presencia de agua; es un lugar que -después- con el pasar de los siglos se tornó una prisión de máxima seguridad, donde eran colocados y abandonados los verdaderos enemigos del Imperio.
Los romanos no gustan de hacer mártires, por eso los grandes enemigos del Imperio no eran muertos -para no crear, precisamente, mártires- sino que eran colocados en el olvido.
Había ese gran agujero, enorme, profundo -que nosotros, a través de excavaciones, encontramos- con un pequeño agujero abierto arriba: allí ellos eran tirados dentro y abandonados, como si tuviesen que desaparecer.
En seguida, por causa de la piedad popular, fue construida una iglesia dedicada a los Santos Pedro y Pablo, que después fue demolida… y allí fue creado otro lugar de culto.
Hoy existen cuatro camadas: la iglesia del siglo XVII, la parte superior de San José de los Carpinteros, construida por la Hermandad de San José de los Carpinteros; después, bajo el piso, en el centro, está el Santuario del Crucifijo -una bella capilla del Crucifijo- deseada en 1800 por el Papa Pío IX, con una bella imagen del tiempo que recuerda cuando él hizo llevar para dentro un Crucifijo antiguo; y después, la llamada Cárcel, que recuerda con el altar y la columna, la prisión de Pedro; y más abajo todavía el Tullianum.
Por tanto, son cuatro camadas.
Nuestra Señora de la Misericordia
Mons. Andreatta además habló a la Radio Vaticana de los descubrimientos y el aprovechamiento de lo que fue encontrado en las excavaciones y del encuentro de una imagen de Nuestra Señora de la Misericordia, la única conservada en Roma:
«Creamos un bello y extraordinario museo multimedia, donde expusimos todos los esqueletos, medallas, imágenes…
Basta pensar -por ejemplo- en las medallas de los Jubileos que fueron encontradas: por tanto la tradición nos da la certeza de la devoción a Pedro. Hay frescos de Jesús que pone la mano en el hombro de Pedro para tranquilizarlo. Pero, por encima de todo, se descubrió algo extraordinario: Nuestra Señora de la Misericordia, que remonta al inicio del siglo XIV, por tanto, entre los siglos XII y XIII, que es la única Nuestra Señora de la Misericordia conservada en Roma». (JSG)
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