jueves, 28 de marzo de 2024
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La devoción al Sagrado Corazón de Jesús vista desde el prisma de las "arquetipías", según Plinio Corrêa de Oliveira

Redacción (Lunes, 29-08-2016, Gaudium Press) Por dos vías llegó el Dr. Plinio a la devoción al Sagrado Corazón de Jesús, según explica Mons. João Scognamiglio Clá Días, EP, en su más reciente obra «El Don de Sabiduría en la Mente, Vida y Obra de Plinio Corrêa de Oliveira». Una era la vía de la enseñanza tipo catequética, que nos revela al Hombre-Dios, el Hijo de la Virgen, Redentor del género humano, y Fundador y Cabeza de la Iglesia. Otra era la vía de la inocencia que busca la ‘Arquetipía’ Absoluta.

Hemos visto en anteriores notas como el Dr. Plinio desde niño contemplaba a Dios en el universo, y como de la observación entusiasmada de la belleza, por ejemplo de una elegante copa de cristal él partía a la creación en su espíritu de un mundo más perfecto, con-dicente con esa copa y con todas las cosas bellas que caían bajo sus sentidos.

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«Después, admirando la pulcritud de un monumento, un mueble, un jarrón, un vitral, un órgano, decía de sí para consigo: ‘Esos objetos son muy bellos, pero tiene que haber un punto de donde todo parte. ¿Dónde está la arquetipía?’ «. 1 Sabemos que ‘arquetipía’ en el lenguaje del Dr. Plinio es aquel punto máximo de cada cosa según su género: la arquetipía de la esmeralda es la esmeralda más perfecta, más bella, aquella existente en la tierra, pero incluso aunque no exista en la tierra, aquella Esmeralda perfecta en la Mente Divina; el pastor collie arquetípico sería ese Collie perfecto, absoluto; y así por delante.

Después de observar las personas en su entorno, alrededor de los cinco años de edad, el Dr. Plinio, «habiendo conocido el padre, la madre, los tíos, la gobernanta y muchas otras personas, él ya había hecho una colección, dándose cuenta de la jerarquía existente en las almas: ‘Este es diferente de aquel. Aquel podía ser prototipo de este porque es más que el otro, pero también no es completo…’ En cierto momento, ávido a la procura del arquetipo, se puso el problema: ‘¿Quién está en el auge de la colección? ¿Dónde está el pináculo que representa todo el resto? Porque yo veo el bien en mi mamá, veo cualidades en los demás, ¿pero de donde eso difluye?’ «. 2

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El Pastor Collie arquetípico… – Foto: Maudie

Y continúa Mons. João Clá:

«Él obtuvo la respuesta aproximándose de la imagen del Sagrado Corazón de Jesús que está en altar lateral izquierdo, al frente de la iglesia del mismo nombre en San Pablo [Brasil]. Allí sus ojos se hinchieron de alegría y su alma se aquietó en cuanto al punto de interrogación que cargaba. Se puede decir que ahí se dio el ‘fiat lux’, la chispa inicial, ya efectiva y no sólo afectiva, de la unión de él con Nuestro Señor, pues si antes de este encuentro, a los tres años de edad, cuando consideraba la imagen convervada en el aposento de Doña Lucilia [su madre], se sentía enormemente atraído por el Corazón de Jesús, en esta ocasión él fue arrebatado.»

«Y como, por causa del discernimiento de los espíritus y del profundo don de contemplación, él veía más las almas que las fisonomías, no divisó en seguida la escultura, sino que primero penetró en el Alma del Divino Salvador. Allí estaba la síntesis, el modelo más elevado, reuniendo toda la bondad y la verdad que él veía en otras almas, ¡todas las bellezas esparcidas en torno de sí! Las virtudes que las personas deberían tener y no tenían, o que algunas poseían de forma incompleta, encontraban su ‘unum’ [ndr. se puede leer también ‘su arquetipo’] en Nuestro Señor Jesucristo. Los palacios, las catedrales, los órganos, los vitrales; en fin, todo el resto que admiraba, presentaba un nexo lógico con Él porque sólo se explicaba en función de Él, y estaba armonizado en tono de Él: Entonces, concluyó: ‘Ah, aquí está el arquetipo de la humanidad y de todo lo que existe, ¡el punto monárquico de todo el universo material y espiritual creado! ¡Este es a Quien yo buscaba!’ » 3

Era el Sagrado Corazón el arquetipo del mundo creado y también del no creado, de los posibles de Dios y de la ‘transesfera’, como también explica Mons. João Clá:

El Dr. Plinio vio al Sagrado Corazón «en cuanto pináculo del universo creado y de todos los universo posibles». 4

Por Carlos Castro

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1 Mons. João Scognamiglio Clá Dias, EP. O Dom de Sabedoria na Mente, Vida e Obra de Plinio Corrêa de Oliveira. Vol I – Inocência, o Início da Sabedoria. Libreria Editrice Vaticana – Instituto Lumen Sapientiae. São Paulo. 2016. p. 239

2 Ibídem. p. 238-239

3 Ibídem. p. 239-240

4 Ibídem. p. 255.

 

 

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