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Bogotá (Sábado, 25-03-2017, Gaudium Press) Hoy en ceremonia iniciada a las 10:30 horas, la Iglesia arquidiocesana de Bogotá conmemoró al Cardenal Primado de Colombia y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano – Celam, Mons. Rubén Salazar, quien celebró bodas de oro sacerdotales y bodas de plata episcopales.
El purpurado, en una homilía centrada en la fiesta que hoy celebra la Iglesia, la Anunciación del Señor, destacó que la Virgen fue una mujer a la escucha de la Palabra de Dios, una Palabra que no llega imponiéndose sino que respeta la libertad humana, pero que cuando encuentra terreno fértil fructifica copiosamente, como fue el caso de la Madre del Redentor.
Al final de la eucaristía, Mons. Pedro Salamanca Mantilla, obispo auxiliar de Bogotá, en nombre de los varios obispos y sacerdotes concelebrantes presentes, hizo el elogio de la vida del Cardenal Salazar , y agradeció a la Providencia la alegría de estar trabajando en el apostolado junto al purpurado.
Tras la misa, en diálogo con Gaudium Press, el Cardenal Salazar declaró la gratitud hacia Dios por el hecho de que sus ya más de 50 años de vida presbiteral «se me han abierto las puertas para predicar el Evangelio», y «poder acercarme a las personas que necesitan más del Señor, como los pobres los afligidos, los que sufren».
Sobre su trabajo con los sacerdotes como Pastor, el purpurado expresó que es una labor que lo ha «fortalecido mucho (…) personalmente, porque me exige ser yo lo que quiero que ellos sean». Sobre su relación con el pueblo de Dios, el Cardenal afirmó que «si yo hoy tengo una fe fuerte y robusta es precisamente porque he estado en contacto con el pueblo, con ese pueblo santo de Dios, ese pueblo sencillo y humilde que descubre la presencia salvadora de Dios en su vida».
A los jóvenes que han pensado en seguir una vocación religiosa, el purpurado bogotano envió un mensaje: «Que se entusiasmen a seguirlo (el llamado de Dios) porque vale la pena, vale la pena. Yo he vivido 50 años -puedo decirlo sin ninguna mezcla de vanidad ni de mentira- que he sido verdaderamente feliz, absolutamente feliz, realizado. Porque ese trabajo de ayuda a los demás, de apoyo a los demás, de ir a los demás, es indudablemente lo que más puede llenar el corazón humano. Y el sacerdocio me ha ofrecido esa posibilidad de una manera excelente, extraordinaria. Por eso ojalá muchos jóvenes piensen un poquito más en los demás, dejen de pensar tanto en sí mismos y piensen en los demás, y se lancen también a seguir al Señor en esta entrega en el sacerdocio».
El Cardenal Rubén Salazar también manifestó su alegría por poder recibir al Papa Francisco, en la visita que el Pontífice realizará a Colombia en septiembre.
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