Ciudad de México (Martes, 28-03-2017, Gaudium Press) La Dimensión Episcopal para la Vida de la Conferencia del Episcopado Mexicano publicó un comunicado el pasado 25 de marzo con motivo de la Fiesta de la Anunciación en la que recordó a todos los miembros de la Iglesia, desde la jerarquía, los sacerdotes y religiosos hasta los fieles laicos y los hombres y mujeres de buena voluntad el deber de defender la vida humana desde la concepción. Esta labor debe hacer parte de la reflexión del tiempo de Cuaresma, en el cual recomendó pedir a Dios perdón por las omisiones en la lucha contra el aborto.
Los seguidores de Cristo no debemos temer cuando se trata de defender la vida pues lo defendemos a Él y a su obra», indicó el Obispo. Foto: James Hall |
«Al celebrar la fiesta de la Anunciación del Señor, en la que miramos la voluntad de Dios de asumir y compartir nuestra naturaleza humana, en todo menos en el pecado», afirmó Mons. Francisco Javier Chavolla, Obispo de Toluca y responsable de la Dimensión Episcopal de Vida de la CEM, «afirmamos que desde la fecundación se inicia una nueva vida que no es la del padre ni de la madre, sino la de un nuevo ser humano que se desarrolla por sí mismo y que estamos llamados a proteger, cuidar y preservar».
El prelado advirtió sobre la introducción de reformas legales y la difusión de ideologías que amenazan la familia y crean confusión en la sociedad. «Se va implantando la ideología del cuidado de los animales como una responsabilidad y el de poder dar la muerte a los hijos nonatos como un derecho», denunció. «Esto origina una confusión antihumana y criminal que va permeando a lo largo y ancho de nuestro país, de tal manera que, en la actualidad, son miles de mexicanos no-nacidos, asesinados mediante aborto».
«Como pastores, creyentes y ciudadanos, esta realidad nos desafía y ante ella tenemos una grave responsabilidad humana social que no debemos eludir sino afrontar por todos los medios», exhortó la Dimensión Episcopal, quien llamó a no temer, de la misma forma como el Arcángel pidió a la Santísima Virgen no temer ante su presencia y su enorme vocación. «Los seguidores de Cristo no debemos temer cuando se trata de defender la vida pues lo defendemos a Él y a su obra».
Finalmente, Mons. Chavolla pidió que este tema haga parte del examen de conciencia del tiempo cuaresmal. «La cuaresma es una invitación y una oportunidad de corregir nuestros errores, por consiguiente también el error de un silencio malsano que nos hace cómplices del crimen del aborto. De ahí que pedir perdón de nuestros pecados incluya el sincero arrepentimiento y dolor por el mal hecho, por la ofensa a Cristo y los males causados al hermano», indicó. «Consiguientemente todos hemos de pedir perdón a los no nacidos por el aborto porque, con nuestro silencio, hemos contribuido a su muerte».
«Que el Señor, Creador y dador de la vida, nos ayude y nos permita colaborar con Él en este el primer don que a los humanos se nos ha dado», concluyó. «Nuestra Señora de la vida ruega por nosotros».
Con información de Conferencia del Episcopado Mexicano.
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