Santuario de Fátima / Foto: Gustavo Kralj – Gaudium Press. |
Redacción (Viernes, 12-05-2017, Gaudium Press) Con el propósito de celebrar de una manera digna el Año Jubilar de Fátima por el Centenario de las Apariciones, el Papa Francisco ha concedido la inherente Indulgencia Plenaria, que los fieles podrán obtener hasta el próximo 26 de noviembre, fecha en que culmina el tiempo jubilar.
Tres son las formas que los fieles tienen para lograr la Indulgencia Plenaria durante el tiempo jubilar que comenzó el 27 de noviembre de 2016:
Peregrinar al Santuario de Fátima
Una de las maneras de hacerlo, es peregrinando al Santuario de Nuestra Señora de Fátima en Portugal. La indulgencia se obtiene durante todo el año del jubileo, cruzando por la Puerta Jubilar y participando devotamente allí en una celebración u oración en honor a la Virgen María, orando también con el Padrenuestro, el Credo e invocando a Nuestra Señora de Fátima.
Capilla de las Apariciones de Fátima / Foto: Gustavo Kralj – Gaudium Press. |
Visitar con devoción una imagen de la Virgen en el aniversario de las apariciones
Pero no es necesario peregrinar hasta Fátima para obtener la Indulgencia, ya que los fieles que visiten con devoción una imagen de la Virgen de Fátima que esté expuesta solemnemente para la veneración pública en templos, oratorios o algún lugar adecuado, también podrán obtenerla. Para ello es necesario participar allí en alguna celebración en honor a María en los días del aniversario de las apariciones, es decir cada día 13 en los meses de mayo hasta octubre; orando también el Padrenuestro, recitando el símbolo de la fe e invocando a Nuestra Señora en su advocación de Fátima.
Confesarse, comulgar y orar por las intenciones del Papa si se está impedido para desplazarse
De otro lado, los fieles que por edad avanzada o enfermedad se encuentran impedidos para desplazarse, podrán igualmente lucrar la Indulgencia Plenaria. Para ganarla es necesario que estén arrepentidos de sus pecados y tener la firme intención de cumplir lo más pronto posible un ritual con las siguientes condiciones: confesión sacramental, comunión Eucarística y oración por las intenciones del Santo Padre. Además de orar frente a una pequeña imagen de la Virgen de Fátima en los días de las apariciones, uniéndose espiritualmente a las celebraciones jubilares, y ofreciendo a Dios, a través de María, los dolores y sacrificios de la propia vida.
Con información del Santuario de Fátima.
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