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Madrid (Jueves, 03-10-2019, Gaudium Press) El sábado 5 de octubre habrá un evento excepcional en Madrid: la salida procesional extraordinaria de la venerada imagen del Cristo de Medinaceli. La razón será la conmemoración del 80 aniversario del regreso de la efigie a la capital española al término de la Guerra Civil Española, hecho que ocurrió en 1939.
La procesión, enmarcada también en el inicio del Mes Misionero Extraordinario convocado por el Papa Francisco, estará antecedida por varios eventos en la Catedral de Santa María la Real de la Almudena.
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| Cartel salida extraordinaria. |
Según detalla la Archidiócesis madrileña en una nota informativa, el templo catedralicio se abrirá a las 8:00 horas para que durante la mañana los fieles veneran la imagen de Jesús Medinaceli, que estará ubicada sobre su trono procesional a los pies de Nuestra Señora de la Almudena.
A las 12:00 habrá una solemne Eucaristía durante la cual la Archicofradía de la Real e Ilustre Esclavitud de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli hará entrega a la Patrona de Madrid, Virgen de la Almudena, la medalla Medinaceli.
La catedral se cerrará a las 15:00 horas, tiempo en la cual se preparará la imagen para la procesión, que está prevista inicie a las 18:00, con un recorrido que comenzará desde la Catedral, pasando por la Calle Mayor, Puerta del Sol, Alcalá, Cadaceros, la Carrera de San Jerónimo y el Duque de Medinaceli, para finalmente ingresar a la Basílica del Cristo de Medinaceli.
Para la ocasión la venerada imagen de Nuestro Señor de Medinaceli portará una hermosa túnica que ha sido restaurada por Silvia Montero Redondo, y se ha representado en el cartel que se ha encargado a la pintora sevillana Nuria Barrera, con motivo de la salida procesional extraordinaria.
La pintora, cuenta cuál fue su intención con la realización del cartel de la procesión:
«Su imagen envuelta en esa luz de divinidad con esa mirada evangelizadora, sobrecogedora que conforme desciende, se hace humana y cercana en esas manos que nos tiende Jesús para ser consuelo y ayuda, desprenderse de sus ataduras y abrazarnos. Porque es un día grande, una efeméride que recuerda los 80 años de su vuelta, desde Ginebra a la capital de España, a Madrid. Viste por ello esta túnica que está siendo restaurada de manera magistral por la restauradora doña Silvia Montero Redondo, y de la que disfrutaremos en su salida extraordinaria el próximo 5 de octubre. No ha sido fácil encajar la túnica y bordar en pinceladas tan hermoso y rico diseño, trabajando a través de imágenes de la misma y su proceso de restauración».
El exilio y su regreso a Madrid
La historia del Cristo Nazareno de Medinaceli está vinculada desde hace siglos con Madrid. Llegó a la capital española procedente de África durante el verano de 1682, desde entonces siempre ha estado presente para los madrileños, exceptuando la segunda mitad de los años treinta del siglo pasado, cuando vivió el exilio por causa de la Guerra Civil Española.
El hecho comenzó un Lunes de Pascua; era el 13 de marzo de 1936, cuando Madrid, y muchas otras ciudades de España, vivían un clima de persecución religiosa. Este día la imagen corrió el riesgo de ser quemada por un grupo de milicianos, pero, por fortuna, los vecinos evitaron que tan terrible hecho sucediera.
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| Foto: Archicofradía de Jesús Medinaceli. |
Unos meses después, el 17 de julio, los frailes franciscanos, quienes custodiaban la efigie, la envuelven en unas sábanas y la esconden en la cripta bajo unos escombros. Al día siguiente el convento es ocupado por uno de los batallones republicanos.
Por un tiempo el Cristo de Medinaceli permaneció allí oculto hasta febrero de 2017, cuando es hallado por un miliciano en la cripta. Tal vez por designio divino la imagen no fue destruida, sino llevada a la entonces Junta de Incautación y Protección del Patrimonio Artístico, que se encarga de trasladarla a Valencia. Pero en marzo de 1938, con el avance de las tropas nacionales, es llevada a Cataluña.
Su periplo no termina allí, ya que en febrero de 1939 la efigie hace parte de la expedición hasta la sede de la Sociedad de Naciones en Ginebra, Suiza, misma en la que iban muchas otras obras de arte valiosas, entre ellas del Museo del Prado.
Una vez culminó la guerra Nuestra Señor de Medinaceli regresó a Madrid. Fue un acontecimiento grande para la ciudad que ocurrió el 14 de mayo de 1939, día que se celebró con una multitudinaria procesión que partió de la Encarnación hasta el lugar habitual de la venerada imagen.
Con información de la Archidiócesis de Madrid y Alfa y Omega.
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