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Ciudad del Vaticano (Jueves, 19-01-2012, Gaudium Press) «Las cuestiones éticas se tornaron uno de los puntos de diferencia entre los cristianos». Benedicto XVI resaltó el problema a la delegación ecuménica de la Iglesia Luterana de Finlandia por ocasión de su peregrinación anual a Roma para la fiesta de San Enrique, patrono del país. Hoy son precisamente 570 años del histórico encuentro del obispo de Turku, Maunu Tavast con los 15 hombres para fundar una parroquia en Juva, interior de Finlandia, y también, en 2012 son 70 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre el país escandinavo y la Santa Sede.
Benedicto XVI resaltó la necesidad de que «los cristianos lleguen a un profundo acuerdo sobre las temáticas antropológicas». El acuerdo que «podría ayudar a la sociedad y los políticos a tomar sabias y adecuadas decisiones sobre importantes cuestiones en temas de vida humana, familia, sexualidad» para dar un testimonio al mundo y garantizar una correcta dirección que falta con frecuencia. Además, está la «urgencia – dijo el Santo Padre – de que los cristianos renueven el empeño de imitar a Cristo en la vida y en la acción» a través de una renovada retomada de la práctica pública de las virtudes cristianas y de la santidad.
El Pontífice también convocó a «una oración plena de esperanza que puede prepararnos a una visible unidad, no según nuestros planes, sino según el don de Dios».
San Enrique de Uppsala, Patrono de Finlandia, fue obispo y mártir. Nacido en Inglaterra en el siglo XII, fue encargado de regir la Iglesia de Uppsala, trabajando con gran celo en la evangelización de los Fineses; fue, por último, cruelmente asesinado por un homicida que él había intentado corregir según la disciplina eclesiástica.
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