El monasterio contemplativo más antiguo de Argentina celebra sus 400 años de fundación

Córdoba (Martes, 17-04-2012, Gaudium Press) El monasterio de Santa Catalina en Córdoba, el más antiguo de una orden contemplativa en Argentina, celebra los 400 años de su fundación. Las Hermanas Dominicas de Clausura invitaron, por este motivo, a una solemne Eucaristía el próximo 31 de mayo, que dará comienzo a una serie de actividades religiosas y culturales que culminarán el próximo 02 de julio. Durante este tiempo, en todas las solemnidades y fiestas de la Orden, al igual que en las Eucaristías de apertura y cierre del cuarto centenario celebradas en el templo del monasterio se puede obtener la indulgencia plenaria concedida por la Penintenciaría Apostólica.

Monasterio de Santa Catalina de Siena, en el centro de Córdoba, Argentina.

«Dios nos ha concedido 400 años de existencia y lo vivimos con mucha alegría y gratitud», afirman las religiosas en un comunicado reproducido por la agencia Zenit. «El Señor nos hizo nacer casi con la ciudad, cuando ‘Córdoba de la Nueva Andalucía’ era un pequeño caserío, indefenso, en el centro del país. Y gracias a Dios y a la Virgen María, hemos permanecido en el corazón de esta ahora inmensa ciudad, siendo testimonio del pasado, testigo de su historia y acompañamiento fiel en todas las vicisitudes de su existencia».

Las religiosas han preparado una serie de conferencias «con temáticas alusivas a la conmemoración, a la vida contemplativa, a la cultura y a los valores ético-religiosos que cimentaron nuestros inicios». Estos eventos serán acompañados por presentaciones de un conjunto coral que ha seleccionado un repertorio alusivo a la celebración.

Sin embargo, la comunidad ha destacado que estas festividades no son sino una excusa para la obra que Dios quiere hacer en el corazón de quienes van a participar en ellas. «Las celebraciones principales sabemos que son las que obrará Nuestro Señor y su Madre, en lo más profundo de nuestras vidas de orantes dominicas», afirmaron las religiosas. «Estamos seguras que los frutos de las mismas redundarán en bien de la Iglesia que peregrina en nuestra patria, de la Orden, de nuestra sociedad y de la Iglesia universal y el mundo entero».

Con información de Zenit