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Jerusalén (Martes, 26-03-2013, Gaudium Press) Con una enorme participación de más del doble de fieles que el año anterior, unos 35 mil católicos se unieron en Jerusalén para celebrar el Domingo de Ramos. La tradicional procesión con la palmas fue presidida por el Patriarca Latino de Jerusalén, Mons. Fouad Twal, y partió de la Iglesia de Bethphage (donde Jesús montó el asno que lo llevaría a la ciudad). Los fieles avanzaron hacia la Ciudad Antigua y se unieron a la Eucaristía celebrada en el altar de Santa María Magdalena en el Santo Sepulcro.
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| Los miles de fieles en camino a la ciudad antigua de Jerusalén. Foto: Patriarcado Latino de Jerusalén. |
«Hoy, nuestra procesión es de salvación: el Señor mismo es nuestra salvación», predicó Mons. Twal a la llegada a la Ciudad Antigua. «Jesús, el Rey de la Paz, vino a Jerusalén, una ciudad que nunca ha conocido la paz». Según explicó el prelado, todos los signos de la procesión de los ramos expresaron alegría, paz y simplicidad, al tiempo que el rechazo a toda forma de violencia.
El Patriarca invitó a todos los fieles a recibir de esta forma a Jesucristo: «Dejemos entrar al Señor en nuestros corazones y nuestras vidas, para sanar nuestras heridas y nuestras divisiones, para fortalecernos en nuestras debilidades y darnos valor para perseverar en medio de las dificultades», concluyó.
La notable manifestación pública de fe requirió el apoyo de las autoridades, quienes montaron un operativo de seguridad en tierra y aire, según informó el Patriarcado, y seis mil permisos para cristianos palestinos fueron concedidos por Israel. Junto al Patriarca de Jerusalén, caminaron el Nuncio Apostólico y Delegado Apostólico para los Territorios Palestinos, Mons. Giuseppe Lazzarotto, los religiosos Franciscanos y los Caballeros del Santo Sepulcro.
Con información del Patriarcado Latino de Jerusalén.
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