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Abuja (Lunes, 15-09-2014, Gaudium Press) Mons. Oliver Dashe Doeme, Obispo de Maiduguri, Nigeria, denunció la extraordinaria gravedad de la situación de los creyentes en su diócesis, quienes se han visto forzados a huir por la acción del movimiento armado extremista islámico Boko Haram. Hasta el momento, las acciones del grupo han significado la muerte de unos 2500 fieles y el propio Obispo debió buscar refugio en la a parroquia de Santa Teresa de Yola en el estado de Adamawa.
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| Las acciones de Boko Haram en Nigeria han ocasionado una grave crisis humanitaria por el elevado número de muertes y la enorme cantidad de desplazados. Foto: OXFAM-NOVIB. |
Las declaraciones del prelado fueron hechas al periódico THISDAY, según informó la agencia Fides, e incluyen un preocupante balance del porvenir de los miles de refugiados. Según el Obispo, las familias se dividieron en medio de la huida y muchos padres aún buscan a sus hijos desaparecidos. Los pobladores no cuentan con garantías de seguridad, ya que es frecuente que las fuerzas armadas se retiren sin hacer frente a los extremistas.
La Diócesis de Maiduguri cubre el área de tres estados con presencia activa de Boko Haram (Borno, Yobe y una parte de Adamawa). Toda la región se encuentra bajo los efectos de un estado de emergencia declarado por las autoridades que ha resultado ineficaz para frenar el avance del grupo radical, el cual ha proclamado la creación de un califato en la región.
La situación de violencia en Nigeria es de gran prioridad para la Iglesia, que ha llamado la atención sobre los estragos que causa en el país a través del documento «Adaptar nuestras vidas a la guerra en curso» de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Nigeriana y Cáritas Nigeria. En el texto, los prelados no vacilan en alertar sobre la gravedad de la situación: «la simple verdad es que Nigeria está en guerra».
Con información de Agencia Fides
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