Menú 
Ciudad del Vaticano (Martes, 20-10-2015, Gaudium Press) El Papa Francisco afirmó este lunes 19, en la Casa Santa Marta, que «Jesús no condena la riqueza, sino al apego a la riqueza que divide las familias y provoca las guerras».
En su homilía, el Pontífice discurrió acerca del apego a las riquezas, considerado un acto de idolatría, recordando, inclusive, que no es posible «servir a dos señores», pues se sirve a Dios o al dinero, una vez que el apego al dinero puede acabar dividiendo una familia, así como aconteció en el pasaje del Evangelio que narra la historia de los hermanos que se pelean por causa de la herencia.
«Pensemos en las muchas familias que conocemos que se pelearon, pelean, no se saludan, se odian por causa de la herencia. Este es uno de los casos. El más importante no es el amor por la familia, el amor por los hijos, por los hermanos, por los padres, no, sino el dinero. Eso destruye. También las guerras, las guerras que vemos hoy destruyen. Si. Existe un ideal, pero por detrás está el dinero (…) todos nosotros conocemos por lo menos una familia así. Jesús es claro: Tengan cuidado y quédense lejos de todos los tipos de codicia. Es peligroso. La codicia nos da la seguridad que no es verdadera y nos lleva si a rezar – Tu puedes rezar, ir a la iglesia, pero también tener un corazón apegado, y en fin eso termina mal».
Entretanto, el camino de la salvación es el de las Bienaventuranzas, pues «lo primero es la pobreza de espíritu», esto es, no estar apegado a las riquezas que apenas son «para el servicio a los otros, para compartir, para hacer ir adelante a tantas personas». Y la segunda señal, la cual nos muestra que no estamos «en este pecado de idolatría», es dar limosnas «a los necesitados», lo que nos hace comprender que es mayor el amor por Dios que el apego a las riquezas. (LMI)
Deje su Comentario