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Brasilia (Miércoles, 21-10-2015, Gaudium Press) El primer Congreso Joven de oración y meditación de la Fe ocurrió en Brasilia entre los últimos días 17 y 18 de octubre. En la ocasión, los dos días llevaron a más de 3 mil jóvenes de todo el Distrito Federal al Colegio Marista de la capital federal.
El encuentro, realizado por el Sector Juventud de la Arquidiócesis de Brasilia, tuvo como tema el mismo escogido por el Papa para la Jornada Mundial de la Juventud 2016: «Felices los misericordiosos porque alcanzarán misericordia» (Mt 5,7).
A lo largo del evento, los participantes pudieron profundizar su espiritualidad, con la realización de conferencias, workshops, oraciones, piezas teatrales, celebraciones eucarísticas y adoración al Santisimo Sacramento.
El Obispo auxiliar de Brasilia, Mons. José Aparecido, dictó el workshop titulado «Fe y Razón», explicando a los jóvenes que no es solo la racionalidad que nos lleva a tener Fe, sino que ella puede ayudarnos a conocer mejor y amar más a Nuestro Señor Jesucristo.
Según el prelado, antes de comenzar a actuar en la Iglesia, el joven debe evitar la dualidad y ser amoroso dentro de casa, aprendiendo a respetar las diferencias, una vez que «deben aprender la dulzura de perdonar», distribuir amor para recoger amor.
A su vez, Mons. Marcony Ferreira comentó la temática del Congreso y la importancia de que la juventud aprenda las enseñanzas de Jesucristo.
«La misericordia no es solo perdonar, es saber cómo perdonar, como tener paciencia con el otro, como siempre dar un chance para el otro. Por eso mismo, nosotros tenemos que aprender con Dios porque el siempre tiene paciencia con nosotros. Mire para atrás y vea cuantas veces erró, cuantas veces Dios lo perdonó y lo hace sin cobrar».
Además, el obispo auxiliar resaltó que el Año de la Misericordia inicia el próximo día 8 de diciembre, conforme la propuesta de la Bula Papal con las indulgencias, obras de misericordia y espiritual.
Al final, Mons. Marcony presidió la Santa Misa, y pidió, en su homilía, que los jóvenes no se cerrasen en pequeños grupos, y que compartiesen sus objetivos con los otros participantes. «Es necesario unidad, porque la misericordia de Dios está en el rostro del Padre, del hijo, y del Espíritu Santo; y es eso lo que El pide: Unión», afirmó.
Después, solicitó un minuto para reflexión interior sobre el perdón: «¿Hay alguien aquí dentro que necesita perdonar?», concluyó. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Brasilia
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