Las obleas de Jasna Gora: una tradición navideña polaca vinculada a la devoción a la Madre de Dios

Jasna Gora (Jueves, 21-12-2017, Gaudium Press)  El tiempo de Navidad es famoso por numerosas expresiones gastronómicas alrededor del mundo. Pero pocos platos conservan un carácter tan sacro como el de las obleas de Jasna Gora, Polonia. Con una estrecha similitud a los panes ácimos confeccionados para la Eucaristía, el Santuario distribuye obleas cuadradas con imágenes sagradas relacionadas a la Santísima Virgen en su advocación de Nuestra Señora de Jasna Gora y al Sagrada Familia, los cuales han sido fuente de consuleo y unidad en los momentos más duros de la historia del país.

Obleas de Jasna Gora. Foto: Bo?ena Sztajner

Los panes son recibidos por los Obispos en su retiro anual en el Santuario de Jasna Gora  y son elaborados en este año con tres diseños: La Madre de Dios con los símbolos de varios estados representativos de la nación polaca, un segundo diseño con el Monasterio de Jasna Gora  y la Santísima Virgen con el Niño Jesús en sus brazos y un último diseño que representa al Divino Niño Jesús siendo adorado por los ángeles con la torre del Santuario en el fondo. La imagen incluye una frase de un célebre villancico local: «Levanta la mano, Hijo de Dios, bendice la agradable Patria».

«Aquí está nuestro tesoro más grande, Nuestra Señora , Reina de Polonia», expresó a KAI Teresa Mo?, del Jasna Góra Marian Sodality, una de las organizaciones que distribuye las famosas obleas. «Significa mucho para muchas personas». Los polacos conservan con cariño el recuerdo de haber recibido los panes durante la opresión comunista como un símbolo de esperanza de que la Santísima Virgen los liberaría. Panes como estos lograron escabullirse en los campos de concentración de Dachau y Oswiecim y décadas después llegaron a las cenas de Navidad del Papa San Juan Pablo II.

Las obleas de Jasna Gora gozan de gran popularidad y son adquiridas de manera organizada por grupos y gremios como los apicultores, las empresas, asociaciones de empleados o personas particulares y son asociadas a las felicitaciones y buenos deseos de Navidad, con un sabor devoto y patriótico. Los polacos en el extranjero las llevan a  su mesa y en el país son compartidas con los foráneos como un signo de fraternidad.

Con información de KAI.