jueves, 28 de noviembre de 2024
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San Ceda, el obispo que le anunció a un rey que moriría por no haber respetado una excomunión

Los pocos datos que se conocen de este obispo provienen en buena medida de la Historia de San Beda.

San Ceda

Redacción (26/10/2020 07:27, Gaudium Press) El obispo que hoy celebramos es San Ceda obispo de Northumbria, en el medio de Inglaterra, hermano de otro santo, San Chad. San Ceda murió el 26 de octubre de 664.

Los pocos datos que se conocen de este obispo provienen en buena medida de la Historia de San Beda.

Tenía otros dos hermanos sacerdotes, Cynibill y Caelin. Era una familia de anglos ubicada en Northumbria.

Junto a su hermano Ceadda viaja Lindisfarne y allá se convierte en discípulo de San Aidan, monje este que había ido a esas tierras desde ese epicentro de fe llamado isla de Iona.

Misionero

En el 653 fue uno de cuatro sacerdotes enviados por Oswiu, Rey de Northumbria, a evangelizar parte de su reino, a solicitud de su consejero.

Luego emprende misión similar en Essex colaborando con el rey Sigeberht a convertir a sus súbditos al cristianismo.

En este lugar fue consagrado obispo, para los sajones orientales. Fundó iglesias, creó monasterios en Tilbury y Ithancester.

A veces volvía a su Northumbria natal. Allí, por solicitud de Aethelwald, fundó el monasterio de Laestingaeu, ahora Lastingham, en Yorkshire, de donde fue el primer abad, aunque seguía ejerciendo como obispo.

Participó del Sínodo de Whitby, cuando adoptó la liturgia romana.

Inmediatamente después del sínodo realizó una visita a Laestingaeu, donde ayudó a víctimas de una plaga.

El respeto a una excomunión

Cuenta San Beda que un día excomulgó a una importante persona por estar casado irregularmente, sin atender a los requerimientos de la Iglesia. Aplicando las penalidades propias de la sentencia, el obispo exigió a cualquier cristiano evitar el contacto con ese hombre.

Pero un día se enteró que el rey Sigeberth pasaría por esa casa a visitarlo. Y hasta allá fue el obispo, quien le dijo que como castigo por haber desafiado la autoridad del obispo moriría en esa casa, lo que efectivamente ocurrió. Esto perjudicó la causa cristiana, pues el nuevo rey, que era también el asesino, Swithhelm de Essex, era pagano.

Aunque algunos lo mencionan como como el segundo Obispo de Londres, San Beda no le da ese título.

Con información de Catholic.net

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