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El Papa ofreció un ramo de flores traídas desde Irak a la Salus Populi Romani.
Roma (08/03/2021 11:25, Gaudium Press) En su vuelo de regreso a Roma, tras la visita apostólica de tres días a Irak, el Papa Francisco respondió preguntas de algunos periodistas y estuvo muy solícito a atender profusamente a todos.
Entre otros asuntos, Francisco contó que prometió al patriarca Behara Boutros Rai una pronta visita al Líbano, “un país que sufre”.
Sobre si tuvo miedo por el riesgo que corría en Irak, dijo que la decisión fue tomada después de escuchar a consejeros, orar y reflexionar, y por eso esa “decisión viene de dentro, de las entrañas, casi espontánea”. Sobre si viajaría a Argentina, dijo que cuando haya «la oportunidad se podrá hacer, tal vez en un periplo Argentina, Uruguay y el sur de Brasil”.
Acerca de los desafíos que enfrentan los cristianos en Oriente Medio – amenaza de la violencia islamista, el éxodo y el testimonio de la fe en su ambiente – el Papa habló sobre migración, trabajar en que en los propios países los jóvenes tengan oportunidades de vida, integración en las sociedades.
Sobre un hipotético viaje a Siria, dijo que todavía no había sido inspirado para ello.
Sobre las audiencias generales con contacto con fieles
El Papa tuvo un contacto cercano con mucha gente en Irak, y por ello un periodista le preguntó si se ha pensado en reanudar las audiencias generales con contacto con la gente, con los fieles, como era antes. El Papa respondió que desearía hacerlo lo antes posible, pero que sigue las normas de las autoridades. Sin embargo resaltó la necesidad de la cercanía de los hombres de Iglesia con la gente.
Siendo la celebración del Día Internacional de la Mujer, el Papa insistió en que es necesario continuar la lucha por preservar la dignidad de las mujeres, quienes son las que “llevan la historia”.
Sobre su visita a Mosul, donde visitó iglesias destruidas, el Papa manifestó su dolor, “no tenía palabras”, y advirtió contra el reinicio de actividades del Estado Islámico.
Después de aterrizar en el aeropuerto de Ciampino, el Pontífice se dirigió a la Basílica de Santa María la Mayor y rezó ante el ícono de Nuestra Señora Salus Populi Romani, depositando un ramo de flores traído desde Irak, como ya es habitual.
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