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La policía se escuda en que habían muchas personas y no había distancia social. La parroquia dice que se estaban cumpliendo todos los requisitos. Se anima a los fieles a elevar quejas.
Londres (05/04/2021 09:06, Gaudium Press) Parece que la interrupción de la liturgia de Viernes Santo, en la iglesia Cristo Rey en Balham, al sur de Londres, fue un exceso de los poderes policiales. Esta es la parroquia de los polacos en la capital inglesa.
Declara el site de la parroquia: “El Viernes Santo, 2 de abril, durante la Liturgia de la Pasión del Señor, en el momento de la Adoración de la Cruz, alrededor de las 6 pm, la policía llegó a la puerta de nuestra iglesia. No se nos permitió terminar la celebración”.
“Los oficiales de policía, declarando que nuestra asamblea litúrgica era ilegal, ordenaron a todos que abandonaran nuestra iglesia inmediatamente, bajo la amenaza de una multa por cada uno de los feligreses presentes de 200 libras o incluso arresto. Los fieles obedecieron esta orden sin objeciones”.
“Creemos, sin embargo, que la policía se excedió en gran medida de sus poderes al emitir su orden sin una razón adecuada, ya que se cumplieron todos los requisitos del gobierno”. Afirma pues la parroquia que los requisitos del gobierno estaban cumplidos.
“Lamentamos que los derechos de los fieles hayan sido dañados en un día tan importante para todos los creyentes y que nuestra adoración haya sido profanada”.
Lo que dice la Policía
La policía, en comunicado, dice que recibió una llamada alrededor de las 17:00 horas del viernes 2 de abril, advirtiendo sobre gran cantidad de personas afuera de la iglesia. Y que cuando ingresaron encontraron “una gran cantidad de personas en la iglesia. Algunas personas no portaban máscaras y los presentes claramente no estaban distanciados”.
Tenemos entonces versiones encontradas: la de la parroquia diciendo que cumplían las normas y la policía diciendo que no.
A invitación del celebrante, un policía fue hasta el presbiterio, y dijo algo que parecería mostrar que desconocía las disposiciones que permitían la celebración del rito: afirmó que la reunión era “ilegal” bajo las restricciones actuales del coronavirus. Es decir, no estaba aludiendo a incumplimiento de medidas de bioseguridad, sino que cuestionaba la propia realización del rito.
La parroquia ha pedido una explicación a la policía del incidente, y animó a los fieles a considerar realizar una queja formal por el hecho.
“Creemos que nosotros y nuestros fieles fuimos tratados de manera muy injusta, aún en un día tan importante para los creyentes”, dijo el P. Dijo Aleksander Dasik, de la parroquia.
Al día siguiente, Mons. John Wilson, Arzobispo de Southwark y de quien depende la parroquia, hizo una visita pastoral, asegurando a los fieles su cercanía y ofreciendo su apoyo en ese incidente.
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