lunes, 25 de noviembre de 2024
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Cuando un ex futbolista y un ex director de cine están próximos a ser ministros de Dios

La historia de Samuel Piermarini y Riccardo Cendamo.

Ordenacion sacerdotal

Foto: Archivo

Roma (20/04/2021 09:34, Gaudium Press) Los reflectores del mundo presentan algunas profesiones de forma más prestigiosa que otras, profesiones en las que el mensaje subyacente es que quienes las practican alcanzan una mayor felicidad. Entre estas se encuentran la de director de cine, o futbolista de destaque.

La pregunta entonces es: ¿Qué hace que un ex-director de cine o ex-futbolista estén ahora a punto de ordenarse sacerdotes, una ‘profesión’ de renuncias, entrega, sacrificio? Debe ser porque esas personas están firmemente convencidas de que ahí, en esa vocación, van a encontrar la felicidad. Al final, lo importante es seguir la vocación puesta por Dios.

Casi de la Roma

Es lo que ocurrirá el próximo domingo, cuando en la Basílica Vaticana Francisco ordene como ministro de Dios a Samuel Piermarini, quien hace unos años pudo firmar para ser portero del equipo A.S. Roma. Samuel declinó pues no quería estar de suplente mucho tiempo, pero sobre todo, estaba empezando a darse cuenta que quería hacer algo más con su vida.

Al año siguiente Samuel le dijo a su familia que estaba sintiendo una inclinación al sacerdocio. Entró en el Seminario Redemptoris Mater, y el 25 de abril será ordenado sacerdote para la diócesis de Roma. Es romano, y el menor de cuatro hermanos. Su familia lo apoyó en el camino sacerdotal.

Entre los nueve diáconos que serán ordenados en la Basílica de San Pedro el próximo domingo también se encuentra Riccardo Cendamo, ex director de cine de 40 años, quien fue reconocido en su medio cuando aún no comenzaba el camino del sacerdocio. Fue incluso profesor de dirección en la Accademia Togliani. Y sigue hallando que el cine es un poderoso medio para contar historias y que estas cobren vida.

Pero “si miro hacia atrás ahora, me doy cuenta de que la llamada a la vocación sacerdotal siempre existió, que el amor tenía que madurar”.

El año pasado fue ordenado diácono y entonces destinado a un teatro juvenil en Roma, fundado por un sacerdote en 1993 para dar a los adolescentes un lugar de crecimiento cultural y espiritual. Y ahora aguarda con ansia el inminente día de su ordenación.

Con información de CNA 

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