La Audiencia General se realizó en el Patio vaticano de San Dámaso.
Ciudad del Vaticano (19/05/2021 10:46, Gaudium Press) En su catequesis de hoy en la Audiencia General, el Papa trató sobre las dificultades de la oración, particularmente sobre la sequedad, las distracciones y la acedia. La audiencia se realizó en el Patio vaticano de San Dámaso, como la anterior.
Es preciso conocer las dificultades de la oración, individuarlas, para superarlas.
“Empiezas a rezar y entonces tu mente da vueltas, da vueltas por todo el mundo; tu corazón está ahí, la mente está allí… la distracción de la oración. La oración convive a menudo con la distracción”, expresó el Pontífice. La distracción no es algo que solo afecta la oración, también por ejemplo al estudio y al trabajo.
Pero es preciso combatir las distracciones y para esto está la virtud de la “vigilancia”.
Hablando en español, Francisco dijo que cuando caemos en cuenta que estamos distraídos en la oración, es preciso ofrecer con humildad el corazón al Señor para que lo purifique y lo vuelva a centrar en Él.
Sobre la sequedad
La sequedad “nos hace pensar en el Viernes Santo, en la noche y en el Sábado Santo”, tiempo en el que “Jesús no está, está en el sepulcro; Jesús está muerto”, y “estamos solos”: este es “el tiempo de la desolación y de la fe más pura – dijo el Papa – porque se mantiene firme junto a Jesús”.
Hay “alternancia de tiempos de consuelo y de desolación”. En los momentos de desolación hay que abrir el Corazón a Dios para que entre su luz. Es preciso confiar en que esa luz llegará, tener esperanza.
La acedia es otra dificultad en la oración. Es “una forma de aspereza o de desabrimiento debidos a la pereza, al relajamiento de la ascesis, al descuido de la vigilancia, a la negligencia del corazón”.
Cuando se está bajo los efectos de la acedia “hay que aprender a caminar siempre. El verdadero progreso de la vida espiritual no consiste en multiplicar los éxtasis, sino en ser capaces de perseverar en los tiempos difíciles: camina, camina, camina… Y si estás cansado, detente un rato y vuelve a caminar. Pero con perseverancia”.
A los fieles de lengua francesa el Papa les habló de Pentecostés, que se aproxima:
“A la espera de Pentecostés, como los Apóstoles reunidos en el Cenáculo con la Virgen María pidamos fervientemente al Señor el Espíritu de consuelo y de paz para los pueblos martirizados”, manifestó. Y saludando a los fieles de lengua española, animó a que en estos días de preparación a la Solemnidad de Pentecostés, se pida a Dios “que nos envíe los dones del Espíritu Santo para poder perseverar en nuestra vida de oración con humildad y alegría, superando las dificultades con sabiduría y constancia”.
Con información de Vatican News
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