Bastantes jóvenes católicos en Indonesia quieren ser catequistas

Fides recoge el testimonio de tres de ellos.

Foto: Hugo Matilla

Redacción (19/08/2021 17:28, Gaudium Press) No son pocos los jóvenes católicos que en Indonesia quieren ser catequistas, y se han comprometido a seguir un programa especial de formación y estudio para convertirse en tales. Es lo que informa la agencia Fides, que recoge algunas de estas historias.

Como por ejemplo la de August G. Thuru, catequista de Denpasar, en Bali, que inició su carrera profesional como profesor en varias escuelas secundarias. Años más tarde continuó en la escuela de formación de catecismo en Madiun y después en un Instituto Pastoral especializado en Java Oriental.

“Desde 1983 soy catequista voluntario en la iglesia parroquial de San Antonio en Baturaja, Bali”, dice Thuru, de 65 años, que ahora vive en Flores, en la provincia oriental de Nusa Tenggara. Siempre ha estado ligado a la enseñanza del catecismo desde que era estudiante en Java Oriental, entre 1988 y 1990. Desde 1999 Thuru se dedica casi totalmente a la catequesis después de haber recibido formación en Bali “sin recibir ningún salario de la Iglesia”, asegura.

Conduciendo una motocicleta por el bosque

También está la historia de Suwandi, catequista de Sukakarya, en la provincia de Bengkulu, en la archidiócesis de Palembang.

Suwandi nace en Java Central, pero su familia emigró al sur de Sumatra a principios de la década de 1960. A través de un sacerdote misionero holandés en Palembang le llegó la posibilidad de convertirse en profesor. Fue enviado por este sacerdote misionero a Malang a estudiar pastoral y catecismo y fue después asignado a Bengkulu para comenzar su trabajo pastoral como catequista. Él conducía ahí una motocicleta para adentrarse en un denso bosque e ir a docenas de lugares diferentes en provincia para enseñar el catecismo.

“Muchos amigos me han ayudado o incluso me han ofrecido quedarme en sus hogares”, dice a Fides Suwandi, a quien paga la Iglesia local por este trabajo a tiempo completo. «La fe es un serio desafío”, dice Suwandi, quien la vivió “en camino”, ya que en Bengkulu se da catequesis cuando se puede para ajustarse a los horarios de los muchos trabajadores de las plantaciones de palma de las zonas rurales. “Encontrarme con animales salvajes en mis viajes es una experiencia normal”, indica Suwandi. Tanto para Thuru como para Suwandi, convertirse en catequistas era “una vocación religiosa para servir a los demás”. Ambos tienen como principal tarea preparar a los jóvenes para el bautismo y la confirmación.

Un geólogo

También está el caso de Francis Xavier Rickoloes Pricorianto, geólogo profesional de la diócesis de Bogor, en Java Occidental. Tras años de experiencia laboral en zonas remotas para empresas mineras, Pricorianto fue “llamado” espiritualmente para participar en un programa de formación de dos años sobre las Sagradas Escrituras. Impulsados por esta formación, los estudiantes se sienten motivados a convertirse en evangelizadores de otros en su comunidad social.

“Desde el año pasado, la diócesis de Bogor me ha encargado oficialmente dar catequesis a las personas que se preparan para el bautismo y la confirmación”, explica Pricorianto.

“Con frecuencia, los catecúmenos abandonan el programa debido a circunstancias imprevistas como mudarse a otra ciudad, cancelación del matrimonio o abandono del curso de formación sin previo aviso”. Pero entonces, se muestra el celo del catequista, buscando acercarse a cada uno con una atención personal.