Tras la aprobación del proyecto de ley que favorece el aborto, la sociedad en Benín está completamente dividida sobre el tema.
Redacción (04/11/2021 15:31, Gaudium Press) El pasado 20 de octubre se aprobó en el país africano de Benín un proyecto de ley que favorece el aborto y que ha suscitado fuertes críticas en las últimas semanas. Con la aprobación del aborto, Benín es uno de los pocos países africanos que ha legitimado esa práctica.
El proyecto de ley que legaliza el aborto en diferentes circunstancias es considerado una invitación al asesinato, dijo el sacerdote católico P. Eric Okpéitcha, portavoz de la Conferencia Episcopal de Benín.
El P. Okpeitcha afirmó además que “el aborto es un acto inhumano que destruye la vida y su legalización en Benín mantiene una cultura de muerte”.
El proyecto de ley aún debe ser ratificado por la Corte Constitucional antes de entrar en vigencia, pero prevé y legaliza la interrupción voluntaria del embarazo siempre que las circunstancias puedan agravar la situación material, educativa, profesional o moral de la gestante.
De hecho, el aborto está permitido por la ley del país siempre que el embarazo sea resultado de una violación, incesto o que ponga en peligro la vida de la mujer embarazada.
Un proyecto que divide la opinión de la sociedad
Sin embargo, el nuevo proyecto de ley prevé una aplicación mucho más amplia sobre el tema. Por ello, fueron numerosas las iniciativas de la población en contra de este proyecto de ley.
Por su parte, el ministro de salud, Benjamín Hounkpatin, asegura que el proyecto es para favorecer la salud pública y paliar las dificultades de muchas mujeres que enfrentan un embarazo no deseado.
En los últimos días, el proyecto de ley divide a la sociedad del país. Por un lado, las asociaciones pro-aborto acogen con agrado la propuesta de ley. Por otro lado, están los defensores de la vida que critican y deploran la ley.
Jean-Marie Houessou, un activista de derechos humanos, teme que la ley pueda tener malas consecuencias para la vida moral de las mujeres jóvenes de Benín, que podrían entregarse a la lujuria sabiendo la posibilidad del aborto. Además, asegura que el aborto es un delito y afirma: “No se sabe si el bebé que fue abortado sería un presidente de la República, un ministro”. (FM)
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