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Que la sangre hubiera permanecido sólida ayer en la mañana, había generado expectativa en los fieles.
Redacción (17/12/2021 09:29, Gaudium Press) En la tarde de ayer, a las 5:59 pm, se volvió a tonar líquida la sangre de San Genaro, milagro que ocurre en la Catedral de Nápoles el primer domingo de mayo, el 19 de septiembre (fiesta del Santo) y el 16 de diciembre, cuando se conmemora la intervención del santo para evitar una catástrofe después de que estallara el volcán Vesubio en 1631.
San Genaro, obispo de Benevento, fue martirizado en el año 305 en medio a persecuciones a los cristianos.
Los fieles en todo el mundo se hallaban a la expectativa, porque en la mañana la sangre aún permanecía sólida, y esto muchos lo asocian con posibilidad de desastres. Cuando esto ocurre, los fieles se mantienen en oración en la iglesia.
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El hecho de la licuefacción, inexplicable desde el mero punto de vista natural, sí se había dado el primero domingo de mayo y el 19 de septiembre pasado, no así el 16 de diciembre de 2020.
Pero como ya lo había anunciado el abad de la Ermita de San Genaro, Mons. Vincenzo De Gregorio, “el 16 de diciembre normalmente es así, no se licua por el momento. Incluso con retraso, puede licuarse al día siguiente”. Aunque en otras ocasiones, como en el 2018, el milagro ocurre antes de la primera celebración litúrgica del día 16.
“El prodigio de diciembre, el último de las tres ceremonias en las que se licúa la sangre tradicionalmente cada año, se conoce también como ‘milagro laico’, porque usualmente se realiza en la Capilla del Tesoro de San Genaro”, manifiesta la página Facebook de la Capella di San Gennaro.
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