jueves, 28 de noviembre de 2024
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Crecen suicidios en España

La terapéutica cada vez más se enfoca en la prevención temprana. Y en esto debe tener un rol fundamental la “espiritualidad” .

Prevencion sucidio

Redacción (12/01/2022 09:45, Gaudium Press) Preocupan los índices de suicidio, especialmente en estos tiempos de pandemia.

En un dato que a muchos sorprendió, ya al final del año concluido los medios españoles hablaban de índices de suicidios “históricos”: en el 2020 hubo más suicidios en España que en toda su historia, desde que se registra este hecho. 3941 personas se quitaron la vida ese año, lo que representaba un aumento de 7,4% comparado con el 2019. De estas personas el 74% eran hombres, y el 26% mujeres.

Fue el suicidio en el 2020 la más amplia causa de muerte no natural en España, de las 16.078 que ese año se registraron.

La tendencia de este fenómeno es creciente.

Si en el 2008 por primera vez el suicidio supera a los muertos por accidentes de tráfico, una década después ya triplica su número.

El preocupante caso de los menores de edad

El mayor número de suicidios en España se da entre los 40 y 59 años: son estos 1.608. Pero llama la atención los 14 suicidios de jóvenes menores de 15 años que se registraron en el 2020, el doble que en el 2019. Y también se resalta el aumento del suicido en mayores de 80 años, que aumentó en el 2020 en un 20%.

Causas, estrategias, vida espiritual

Es claro que el suicidio por lo general es la consecuencia de un proceso, en el que ya se han encendido algunas alarmas. Y que cada vez más la intención terapéutica se dirige hacia la prevención y la prevención temprana.

Entre las estrategias preventivas, va tomando fuerza la que algunos denominan prevención espiritual, es decir, el cultivo de la religión como un factor protector contra el suicidio.

En un estudio realizado por una investigación de la Universidad Luis Amigó, se encontró que ‘autopsias psicológicas’ a personas suicidadas en municipios de Antioquia, revelaban que no existían “registro de factores espirituales o religiosos en quines se suicidaron”, es decir que no se indagaba por este tema al momento de investigar la vida de las personas suicidas. Esto, notaban los investigadores de la Universidad después de una revisión, también se daba a gran escala: había “escaso reporte de los espíritu-religioso” en las personas que se quitaban la vida.

Y a pesar del ‘desprecio’ que parece haber en la ciencia investigativa por indagar el contexto religioso de los suicidas, “varias investigaciones evidencian que lo espíritu-religioso es un factor protector y un componente indispensable tanto en la prevención del suicidio, como en la intervención oportuna antes y después del acto suicida” recuerdan los investigadores de la Universidad Luis Amigó. Ellos citan varios estudios en ese sentido, muy claros. Sin embargo, también constatan que “los profesionales de la salud mental desconocen en gran medida sus implicaciones y aportes”.

Entonces, desde la Iglesia, y ante esos síntomas de una sociedad enferma, debe haber una conciencia clara y renovada, del beneficio que su misión trae a esta sociedad. La Iglesia tiene la respuesta a los grandes interrogantes del hombre, y también tiene respuestas adecuadas a esa nueva pandemia, que a algunos segmentos está afectando más que el covid (SCM).

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