¡No hay vacuna contra la pólvora!

De los cuidados con la salud, pasamos a los temores de una guerra mundial. ¿Qué representa hoy un avance ruso sobre las naciones occidentales? ¿Qué posición se tomará?.

Redacción (18/01/2022 13:07, Gaudium Press) El mundo se engañó cuando pensó que el comunismo había terminado con la caída del “telón de acero”. Hoy lo volvemos a ver como una amenaza inminente. De hecho, el mundo hodierno, afectado por una anormalidad que ya dura dos años, está acostumbrado a las amenazas. Cuando todo parece estar llegando a su fin, se presenta una “nueva ola” o una “nueva variante” para renovar el miedo y aumentar la inseguridad. Vacunas, reclusión, aislamiento… preocupaciones que siempre son nuevas con cada ola.

La ola comunista

Y el comunismo en sus variantes: Cuba, China, Venezuela, Nicaragua, ¿a quién le importa? ¿Solo a los interesados en política? Dictadura, violencia, miseria: ¿está el mundo preparado para una “nueva ola” rusa?

Las tensiones entre Rusia y Ucrania – apoyada por los países de la OTAN – ¿no presagian la llegada de una catástrofe más aterradora que cualquier guerra y epidemia que se hayan visto jamás? Si consideramos el poderío armamentístico de los países involucrados, ¡cuánto hay que temer por el futuro de la humanidad! Si analizamos el carácter izquierdista que se tomó cuenta del escenario político mundial, ¡cuántas razones tenemos para creer que Rusia esparcirá sus errores por el mundo…!

¡No hay vacuna contra la pólvora! Si se esperaba que la medicina pudiera asegurar la estabilidad o al menos el restablecimiento de la vida normal en los próximos años, ahora se puede contar con acontecimientos inminentes e incomparablemente más atroces, a los que sólo la Segunda Guerra Mundial podría servir de prefacio. ¿Qué podría hacer la medicina al respecto?

Que no quepa duda: esta nueva ola de comunismo se aprovecha de un letargo y de una desprevención antigua de Occidente para avasallar – no como una ola, sino como un tsunami incontenible – los derechos más elementales de los seres humanos.

Es preciso tomar una posición. ¿Cual será?

Un ataque contra Ucrania, nación cristiana, consciente de la realidad comunista –y por lo tanto en contra de ella– podría tal vez servir como una especie de instrumento de laboratorio para medir la reacción pública de Occidente; quizás incluso, como dicen algunos, fuese un pretexto similar al utilizado por el Führer contra Polonia en vísperas de la Segunda Guerra Mundial para la invasión de otros países.

Ante esto, ¿Occidente seguiría mostrando su rostro despreocupado como siempre? Con tanta demostración de baja inmunidad, ¿no estaríamos expuestos a todas y cada una de las variantes comunistas, desde la que propaga el amor libre, el ateísmo y la amoralidad, hasta la que quita el derecho de ir y venir, de comprar y vender?

Ante esto, ¿cuál será la postura del Vaticano en los próximos días? Aunque fuese e modo controvertido, en tiempos de Stalin muchos asociaron la figura tradicionalista de Pío XII con la de Hitler. Pero ahora, ¿cómo reaccionará el Papado ante esta nueva situación? ¿Se callará? ¿A cuál de los pueblos dará razón? ¿A quién se asociará la figura del actual pontífice?

Por Cícero Leite