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Mons. Ganswein concedió entrevista a EWTN.
Redacción (18/02/2022 17:04, Gaudium Press) En importante entrevista con Andreas Thonhauser de EWTN, el secretario personal de Benedicto XVI Mons. Georg Ganswein, contó algunos detalles de la respuesta que el Papa emérito dio al publicitado Informe sobre abusos de la Arquidiócesis de Múnich.
El prelado habló de la labor pionera de Benedicto XVI al interior de la Iglesia contra la plaga de los abusos, incluso contra la resistencia de ciertas autoridades vaticanas.
Contó Monseñor que el Papa emérito se encuentra bien, y que es cierto que con la respuesta se quitó un peso de encima.
Ratifica Mons. Ganswein el error humano no intencional sobre la participación del Papa emérito en una reunión de 1980, en la que se definió la transferencia de un sacerdote abusador de la Diócesis de Essen a la Arquidiócesis de Múnich. En esa reunión no se decidió darle ningún cargo pastoral a este sacerdote, sino que se le recibía para tratamiento terapéutico en la Arquidiócesis, algo que era solicitado por la Diócesis de Essen. En esa reunión sólo se habló de si la petición debía ser aceptada o no. El Cardenal Ratzinger estuvo de acuerdo en alojarlo para tratamiento, solo eso. No se habló en esa reunión del motivo del tratamiento del sacerdote.
Contó también Mons. Ganswein algunos antecedentes de la participación del Papa Benedicto en la elaboración del Informe de abusos de la Arquidiócesis de Múnich.
Se le preguntó a Benedicto si quería participar en ese Informe. Benedicto respondió que no tenía nada que ocultar y que lo haría con gusto. Entonces se le entregaron 20 páginas de preguntas y que tendría la posibilidad de consultar la documentación en la que se habían basado las cuestiones.
Un profesor en Roma tuvo que revisar la documentación digital pero sin poder copiar y pegar trechos de los 8,000 folios, sino solo tomando notas al margen. La información digital no se entregó al principio sino tras una petición. Después todo se puso en una secuencia lógica con respecto a las preguntas. Luego los consultores redactaron un primer borrador de respuesta al que el Papa emérito “le echó un primer vistazo”. Ya en este primer borrador estaba el error, que nadie percibió. Finalmente, se enviaron 82 páginas de respuesta.
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Reveló el Arzobispo Ganswein, que fue el propio Benedicto quien decidió que hubiese, como respuesta al Informe de abusos de Múnich y el consecuente escándalo mediático, una carta personal de él y un documento más jurídico. Dice Monseñor que la Carta, donde manifiesta su dolor por haber sido tachado de mentiroso, fue escrita en la presencia de Dios, ante cuyo tribunal por su edad pronto estará el Papa emérito.
Ratzinger, siempre el mismo contra los abusos
Expresó el prelado que desde que comenzó a trabajar con Benedicto en 1996, el Papa Ratzinger siempre mantuvo la misma postura con relación al tema de los abusos: “Siempre ha estado convencido de que la transparencia y la claridad eran necesarias. De que había que llamar a las cosas por su nombre; de no encubrir nada. Y lo hizo junto con Juan Pablo II, procurando que sus acciones se siguieran de sus convicciones”.
En el Vaticano y por la acción decisiva de Ratzinger, “hubo un cambio de mentalidad, al que, como era necesario, siguió un cambio a nivel legal”.
A estas modificaciones “hubo reticencias internas. Había una resistencia que se mostraba muy abiertamente. Pero [Ratzinger] siempre supo que esa resistencia podía y debía ser superada con la ayuda del Papa Juan Pablo II, y así fue, gracias a Dios”. Él siempre se encaminó hacia esas modificaciones, tanto en la Congregación para la Doctrina de la Fe, como ya siendo Papa, afirmó el Arzobispo.
Constató Mons. Ganswein, particularmente de cierta midia, la animadversión hacia Ratzinger, una midia que no conoce los hechos o no los quiere conocer.
El Camino Sinodal
Sobre la supuesta relación entre la publicación del Informe, y los objetivos queridos por el llamado Camino Sinodal alemán, Mons. Ganswein solo respondió que lejos de especulaciones, “ciertos objetivos a los que aspira el Camino Sinodal alemán son algo en lo que la persona y la obra de Benedicto se interponen”.
Mons. Ganswein relató que pudo observar los textos que fueron aprobados recientemente por el Camino Sinodal, y adonde llevan. Refiriéndose a esos textos dijo que “si quiere una Iglesia diferente, por llamarla de algún modo, que ya no se base en la Revelación, y si quiere una estructura diferente de la Iglesia que ya no sea sacramental, sino pseudo democrática, entonces debo ver que esto ya no tiene que ver con la comprensión católica, con la eclesiología católica, con la comprensión católica de la Iglesia”.
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