Ayer en la Plaza de San Pedro, hubo procesión, bendición de ramos y la eucaristía del Domingo de la Pasión.
Redacción (11/04/2022 10:29, Gaudium Press) Ayer, en la celebración del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro, hubo procesión y el Papa bendijo las palmas como es tradición.
El Pontífice reflexionó de acuerdo al evangelio del día, que narra la pasión del Señor según San Lucas, por ejemplo el reclamo del mal ladrón que le hace a Jesucristo, de que se salve a sí mismo.
El Papa contrapuso la mentalidad del mal ladrón con la del Señor:
“Salvarse a sí mismo”, es decir, cuidarse a sí mismo, pensar en sí mismo y no en los demás, “es el estribillo de la humanidad que ha crucificado al Señor”, y que solo se preocupa “por la propia salud, el propio éxito, los propios intereses; centrada en el tener, en el poder y en la apariencia”.
“El sálvate a ti mismo discuerda con el Salvador que se ofrece a sí mismo y cuando toma la palabra, no se defiende, ni se justifica o reivindica algo en su beneficio, sino que reza al Padre y ofrece misericordia al buen ladrón”, continuó Francisco.
El Papa comparó la crueldad que se tuvo con el Señor, con las crueldades de hoy:
“Se nos olvida porqué estamos en el mundo y llegamos a cometer crueldades absurdas. Lo vemos en la locura de la guerra, donde se vuelve a crucificar a Cristo. Sí, Cristo es clavado en la cruz una vez más en las madres que lloran la muerte injusta de los maridos y de los hijos. Es crucificado en los refugiados que huyen de las bombas con los niños en brazos. Es crucificado en los ancianos que son abandonados a la muerte, en los jóvenes privados de futuro, en los soldados enviados a matar a sus hermanos”, dijo.
En su conclusión, el Papa instó a todos a buscar el perdón de Dios, con “la certeza de que con Jesús nunca es el fin, nunca es demasiado tarde y caminemos hacia la Pascua con su perdón”.
Con información de Vatican News
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