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La expulsión ocurre probablemente por sus palabras sobre Ucrania. La expulsión de religiosos católicos no es extraña en el gobierno de Putin.
Redacción (20/04/2022 09:13, Gaudium Press) El P. Fernando Vera, mexicano del Opus Dei y quiera era el párroco de la iglesia de los Santos Pedro y Pablo en Moscú, fue expulsado de Rusia con un preaviso menos de 24 horas, sin que se le permitiera oficiar la Vigilia Pascual y la fiesta del Domingo de Resurrección.
Dicen los fieles que “el P. Fernando tiene la costumbre de llamar a las cosas por su nombre, pero esto ha dejado de ser una virtud en nuestro país”. Y continúan afirmando que “hoy en día es difícil no caer en el delito de «difamación de las autoridades y del ejército», aunque sólo se mencione la guerra que se está librando en Ucrania”.
Una gran pérdida
A los ciudadanos rusos que se posicionen contra la guerra en Ucrania, se les detiene o multa. A un misionero extranjero se le expulsa, incluso sin el preaviso diplomático de 48 horas. Al inicio del gobierno de Putin hubo varias expulsiones de religiosos extranjeros.
En Rusia hay muchos misioneros extranjeros, en buena medida porque no hay sacerdotes locales que cubran las cerca de 300 parroquias que hay en Rusia.
La partida del P. Vera constituye una gran pérdida para los católicos de Moscú. Este sacerdote había reemplazado hace poco al P. Igor Kovalevsky, que había tenido un desentendimiento con el Arzobispo Paolo Pezzi. El alejamiento del P. Kovalevsky estaba motivado por mala gestión en la restitución de edificios parroquiales, y el P. Vera intentaba recomponer la armonía entre fieles y pastores.
La parroquia de San Pedro y San Pablo, es junto a la de San Luis de los Franceses, y la Catedral de la Inmaculada Concepción, todo el patrimonio arquitectónico de la Iglesia en Moscú.
El Arzobispo Pezzi tuvo que presidir los ritos de Semana Santa y Pascual.
Con información de Infocatolica
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