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El purpurado lo llama de “Herejía Sinodal Alemana”. Hace referencia a la reciente advertencia de Roma a ese sínodo.
Redacción (27/07/2022 16:35, Gaudium Press) Como es ya costumbre, las palabras del Cardenal Gerhard Muller, antiguo prefecto del dicasterio de la Doctrina de la Fe, no se las lleva el viento, tienen su peso.
Ahora, en artículo publicado en kath.net y con traducción de Infocatolica, el purpurado vuelve a referirse a la difícil situación de la Iglesia alemana, específicamente al llamado Camino sinodal alemán, y alude al reciente comunicado de la Santa Sede advirtiendo a ese sínodo de no alejarse de la unidad de la Iglesia universal y que sus determinaciones no tienen efectos jurídicos.
El Cardenal Muller expresa que “La afirmación del Foro IV (ndr: del sínodo alemán) de que toda la conducta moral de la vida, especialmente en lo que respecta a la sexualidad, ya no debe estar determinada por la Palabra de Dios, sino por la ideología LGBT actualmente imperante, es el adiós abierto al cristianismo”.
Recuerda el purpurado que el sexto y noveno mandamiento de la Ley dada por Dios a Moisés, unen el sentido de la sexualidad – “exclusivamente relacionado con el matrimonio” – con “la relación con Dios”. Es decir, la verdadera relación con Dios implica que asumamos lo que él ordena acerca de una sexualidad ejercida en el marco del matrimonio.
El purpurado va al encuentro de las afirmaciones de los promotores del Camino Sinodal alemán, en el sentido de que ese sínodo sería una respuesta de reforma de la Iglesia alemana, bastante sumergida en escándalos de abusos y otras crisis.
En sentido diverso, el Cardenal Muller expresa que “el Camino Sinodal Alemán es lo contrario de la reforma, es decir, la renovación de nuestra mente y comportamiento en el espíritu de Cristo (Rom 12, 1s). Se trata de una recaída en la antigua inmoralidad de los paganos que, por su rechazo a Dios, están «entregados a pasiones deshonrosas» (Rm 1,26), aunque Dios haya escrito la ley moral natural en sus corazones y conciencias (Rm 2,25)”.
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Sobre el llamado de atención de Roma
Acerca del comunicado de Roma sobre el Camino sinodal alemán, que el purpurado teutón llama de “Herejía Sinodal Alemana”, dice que “tarde, pero quizá no demasiado, «Roma» ha reaccionado ante las maquinaciones anticatólicas” de este sínodo, herejías que “se oponen diametralmente a la enseñanza católica sobre la revelación y la «obediencia de la fe» (Vaticano II, Dei verbum 1-10), sobre la constitución jerárquico-sacramental de la Iglesia (Lumen gentium 18-29) y sobre la «dignidad del matrimonio y la familia» (Gaudium et spes 46- 52)”.
Recuerda el Cardenal el reciente llamado de Irme Stetter-Karp, co-presidenta del Camino sinodal alemán, a un acceso universal a lo que la constitución Gaudium et Spes llamó el “abominable crimen del aborto y el infanticidio”, y dice que ese tipo de afirmaciones provienen de “un pansexualismo que revela el nihilismo de quienes han perdido la fe en el Dios vivo. Viven bajo el lema: «Si los muertos no resucitan» y no hay juicio divino, entonces «comamos y bebamos, porque mañana estaremos muertos»”.
Concluye su escrito el purpurado, repitiendo la advertencia del Apóstol de los Gentiles, de no caer “en la tentación de vivir en contra de la Palabra y la instrucción de Dios: «¡No os dejéis engañar! La mala compañía corrompe la buena moral. Sed sobrios, como es debido, y no pequéis. Algunas personas no saben nada de Dios. Lo digo para que te avergüences». (1 Cor 15:33s)”.
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