El Papa Francisco comentó antes del rezo del Ángelus, este 21 de agosto, el pasaje del Evangelio sobre la “puerta estrecha” e invitó a los peregrinos a adaptarse a la medida de Jesucristo para entrar en el Reino de Dios.
Redacción (22/08/2022 09:19, Gaudium Press) En el Ángelus de este domingo 21 de agosto, el Papa Francisco rezó con los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.
Antes de la oración mariana, el Pontífice comentó el pasaje del Evangelio de san Lucas que aparece en la liturgia de este domingo.
En el pasaje de las Sagradas Escrituras, Nuestro Señor pregunta si son pocos los que se salvan y luego responde: “Haced todo lo posible para entrar por la puerta estrecha” (Lc 13,24).
El Papa explicó la aparente contradicción entre la afirmación de que la puerta es estrecha y la enseñanza de Jesús cuando dijo que “vendrán muchos del oriente y del occidente, del norte y del sur, y compartirán la mesa en el Reino de Dios” (Lucas 13), 29).
El significado de la puerta estrecha
Francisco concluyó explicando que “la puerta es estrecha, ¡pero está abierta a todos! No olvides esto: ¡todos! ¡La puerta está abierta para todos!”, insistió.
El Santo Padre explicó entonces la metáfora de Nuestro Señor. En ese momento, al anochecer, se cerraban las puertas de las ciudades y sólo quedaba abierta una puerta, la puerta estrecha, para dar acceso al interior de la ciudad.
Luego el Papa dijo que la afirmación de Jesús: “Yo soy la puerta: el que entre por mí se salvará” (Jn 10,9) significa que para entrar en la vida de Dios, en la salvación, es necesario pasar por Él, no por la otro”, dijo el Papa.
Adaptarse a Jesús reduce el egoísmo
Por tanto, el cristiano debe adaptarse a la medida de la “puerta”, es decir, a la medida de Jesús. Esto significa seguirlo, entregando la vida al amor, al servicio y a la entrega como lo hizo él, que pasó por la puerta estrecha de la cruz”. Esta adaptación a Jesús reduce el egoísmo y la presunción de autosuficiencia.
Francisco pidió a los fieles que reflexionen sobre los innumerables gestos de amor que se dan a diario: la entrega de los padres a sus hijos, los que se dedican a cuidar de los demás y no de sí mismos, los que responden al mal con el bien.
“Estos son algunos ejemplos de personas que no eligieron la puerta ancha de su propia comodidad, sino la puerta abierta de Jesús, de una vida vivida en el amor”, dijo el Papa.
Para concluir la reflexión sobre el Evangelio, el Pontífice hizo algunas preguntas a los peregrinos: “Hermanos, ¿de qué lado queremos estar? ¿Preferimos el camino fácil de pensar sólo en nosotros mismos o la puerta estrecha del Evangelio, que pone en crisis nuestro egoísmo pero nos hace capaces de acoger la vida verdadera que viene de Dios y nos hace felices? ¿De qué lado estamos? (FM)
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