La indulgencia del Perdón Celestino es extendida por el Papa Francisco

Según la determinación del Pontífice, hasta el 28 de agosto de 2023 los fieles y peregrinos que acudan a L’Aquila podrán obtener todos los días una indulgencia plenaria.

Foto: Vatican News

Redacción (29/08/2022 12:51, Gaudium Press) Ayer domingo, durante su visita pastoral a la ciudad italiana de L’Aquila, con motivo del inicio de la indulgencia concedida por el Perdón Celestino, el Papa Francisco abrió la Puerta Santa de la Basílica de Santa Maria di Collemaggio.

Cierre de la Puerta Santa y prórroga de la indulgencia

Aunque la clausura de Puerta Santa está prevista para este lunes 29, después de una Santa Misa que será presidida a las 18:30 horas por el Obispo Auxiliar de la ciudad, Don Antonio D’Angelo, la indulgencia podrá ser disfrutada por el fieles hasta el Perdón Celestino de 2023. Esto se debe a una concesión especial establecida por el Papa Francisco.

Según la determinación del Pontífice, hasta el 28 de agosto de 2023, los fieles y peregrinos que se dirijan a L’Aquila podrán obtener todos los días una indulgencia plenaria, participando en los ritos en honor de San Celestino V o rezando “en presencia de los restos mortales del santo por un tiempo apropiado”, además de cumplir las condiciones comunes para la obtención de indulgencia plenaria.

Foto: Noticias del Vaticano.

Condiciones para recibir la indulgencia

Las condiciones para recibir la indulgencia plenaria son: recitar el Credo, el Padre Nuestro y una oración de acuerdo con las intenciones del Sumo Pontífice, además de acercarse a la Confesión Sacramental y Comunión Eucarística dentro de los ocho días anteriores o posteriores a la participación de un rito en honor de Celestino V, o después de haber orado ante los restos mortales del Santo Pontífice.

También podrán obtener la indulgencia plenaria todos aquellos que por algún motivo grave no hayan podido salir de sus casas, siempre que se arrepientan de sus pecados y se propongan cumplir las tres condiciones habituales tan pronto como puedan, participar espiritualmente de la celebraciones ante una pequeña imagen de San Celestino, después de haber ofrecido sus oraciones y sufrimientos al Dios misericordioso. (EPC)