El purpurado dijo que aceptar fuentes de la revelación ‘nuevas’ ya ocurrió en la alemania nazi.
Redacción (29/09/2022 10:38, Gaudium Press) En entrevista a Die Tagespost el prefecto emérito del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, Cardenal Kurt Koch, ha dado más que interesantes declaraciones, sobre diversos temas.
Acerca de la dictadura del relativismo, expresión hecha famosa por el Papa emérito, el purpurado suizo dijo que “esta dictadura está muy extendida hoy en día. Porque uno de los supuestos básicos del zeitgeist (ndr: espíritu del tiempo) es que las reivindicaciones de la verdad se equiparan inmediatamente con el adoctrinamiento y la intolerancia, con el fundamentalismo y el fanatismo”.
Sobre el depósito de la fe, dijo que “la fe cristiana es el replanteamiento disciplinado de lo que Dios ha pensado y dicho antes que nosotros. No podemos disponer de esta verdad revelada; sólo podemos recibirla y transmitirla con humildad. Ahí radica la verdadera fuerza vinculante de la verdad revelada por Dios”.
Aludiendo al siempre actual tema de la deriva del llamado Camino Sinodal alemán, dijo el Cardenal Koch que
“El primer destinatario de la revelación de la verdad de Dios no es simplemente el cristiano individual. Porque no puede creer por sí mismo, sino sólo con la Iglesia. El cristiano individual sólo puede vivir su fe en la comunidad de fe de la Iglesia. El primer destinatario de la verdad revelada por Dios es, pues, la Iglesia, es decir, la Iglesia universal. El anuncio y la teología son fecundos cuando sus agentes creen y piensan junto con toda la Iglesia y se orientan al verdadero «origen» de la fe cristiana, es decir, a la revelación de Dios y su transmisión en la tradición viva de la Iglesia.
“Cuando la revelación ya no es la medida del anuncio y la teología, sino que, por el contrario, el propio pensamiento quiere decidir lo que pertenece a la revelación de Dios, surge el impulso irresistible de desarrollar una teología y un anuncio originales. Lo que el Concilio Vaticano I dijo sobre el Papa se aplica también a todos los católicos: «El Espíritu Santo no fue prometido a los sucesores de Pedro para que sacaran a la luz una nueva doctrina por medio de su revelación, sino para que con su ayuda conservaran e interpretaran fielmente la revelación transmitida por los apóstoles o el legado de la fe» (DS 3070)».
Los signos de los tiempos no son fuente de revelación
Sobre la tesis difundida ampliamente en Alemania, incluso entre algunos obispos, de que habría ‘más’ fuentes de revelación que las tradicionales, como sería por ejemplo el ‘signo de los tiempos’, afirmó que
“Me irrita que, además de las fuentes de revelación de la Escritura y la Tradición, se acepten nuevas fuentes; y me asusta que esto ocurra -de nuevo- en Alemania. Pues este fenómeno ya se produjo durante la dictadura nacionalsocialista, cuando los llamados «cristianos alemanes» vieron la nueva revelación de Dios en la sangre y la tierra y en el ascenso de Hitler. La Iglesia Confesante protestó contra esto con su Declaración Teológica de Barmer en 1934, cuya primera tesis dice: «Rechazamos la falsa doctrina como si la iglesia pudiera y debiera reconocer otros eventos y poderes, figuras y verdades como revelación de Dios aparte y además de esta única palabra de Dios como fuente de predicación».
“La fe cristiana debe interpretarse siempre de forma fiel a sus orígenes y contemporánea. La Iglesia está, pues, obligada a tomar buena nota de los signos de los tiempos y a tomarlos en serio. Pero no son nuevas fuentes de revelación. En el proceso de tres pasos del conocimiento fiel -ver, juzgar y actuar- los signos de los tiempos pertenecen al ver y de ninguna manera al juzgar junto a las fuentes de la revelación. Echo de menos esta necesaria distinción en el texto de orientación del «Camino Sinodal»”.
Con información de Infocatolica
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