lunes, 25 de noviembre de 2024
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Historia, Oración y Frases de Santa Faustina Kowalska

La Iglesia celebra hoy, 5 de octubre, la memoria de Santa María Faustina Kowalska, Apóstol de la Divina Misericordia.

Santa Faustina Kowalska 1

Redacción (05/10/2022 08:02, Gaudium Press) Santa María Faustina Kowalska nació en la ciudad polaca de Cracovia en 1905. Deseosa de seguir la vida religiosa, en 1924 se unió a la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la Merced .

Nuestro Señor Jesucristo se le apareció en varias ocasiones, mostrándole su infinito amor misericordioso por la humanidad. La Santa también recibió de Dios estigmas ocultos, el don de profecía, revelaciones y la Coronilla de la Divina Misericordia.

Su confesor, el Beato Michał Sopoćko, exigió que la Santa escribiera sus experiencias en un diario espiritual. A través de estos escritos conocemos esas experiencias místicas.

Santa Faustina Kowalska 4

Santa Faustina murió el 5 de octubre de 1938, después de largos sufrimientos. El Papa San Juan Pablo II, su compatriota y contemporáneo, la canonizó en el año 2000. Este Pontífice instituyó el segundo domingo de Pascua como el “Domingo de la Divina Misericordia”.

Citas de Santa Faustina Kowalska

01 – “La humanidad no encontrará la paz hasta que no se vuelva con confianza a mi misericordia”.

02 – “Dios nunca fuerza nuestro libre albedrío. De nosotros depende si queremos acoger o no la gracia de Dios, si queremos colaborar con ella o desperdiciarla”.

03 – “El silencio es un lenguaje tan poderoso que llega hasta el Trono del Dios viviente. El silencio es su palabra, aunque escondida, pero poderosa y viva”.

04 – “Mi alma es como un agua transparente en la que veo todo, tanto mi miseria como la grandeza de las gracias de Dios”.

05 – “Dios nunca permitirá más de lo que podemos soportar”.

06 – “Con la confianza de un niño, me arrojo a Tus bratos, Padre de Misericordia, para expiar la infidelidad de tantas almas que tienen miedo de confiar en Ti”.

07 – “Él es el Señor y no permitirá, ni consentirá, que se confundan los que en Él ponen toda su confianza”.

08 – “Jesús, Tú me haces conocer y comprender en qué consiste la grandeza del alma: no en las grandes acciones, sino en el gran amor”.

09 – “El amor de Dios es la flor y la misericordia el fruto”.

10 – “Recitad sin cesar esta coronilla que os enseñé. Todo aquel que lo recite obtendrá gran misericordia en el momento de su muerte. Los sacerdotes lo recomendarán a los pecadores como el último salvavidas. Aunque el pecador sea el más endurecido, si reza este Rosario una sola vez, obtendrá la gracia de Mi infinita misericordia”.

Oración de Santa Faustina para pedir un corazón misericordioso

Oh Santísima Trinidad, cuantas veces respire mi pecho, cuantas veces lata mi corazón, cuantas veces la sangre pulse en mí, otras mil veces deseo adorar tu misericordia. Deseo transformarme enteramente en tu misericordia, convertirme en tu vivo reflejo, ¡oh mi Señor!

Santa Faustina Kowalska 3

Que tu misericordia, que es insondable y de todos los atributos de Dios el más sublime, se derrame de mi corazón y alma sobre mi prójimo.

Ayúdame, Señor, para que mis ojos sean misericordiosos, para que nunca sospeche ni juzgue a las personas por su apariencia exterior, sino que perciba la belleza interior de los demás y pueda ayudarlos.

Ayúdame, Señor, para que mis oídos sean misericordiosos, para que esté atento a las necesidades de mis hermanos y hermanas y no permitas que quede indiferente ante su dolor y sus lágrimas.

Ayúdame, Señor, para que mi lengua sea misericordiosa, para que nunca hable mal de mis hermanos; que tenga una palabra de consuelo y perdón para cada uno de ellos.

Ayúdame, Señor, para que mis manos sean misericordiosas y rebosen de buenas obras, y nunca se cansen de hacer el bien a los demás, aceptando para mí las tareas más difíciles y dolorosas.

Ayúdame, Señor, para que también mis pies sean misericordiosos, para que incansablemente lleven ayuda a mis hermanos y hermanas, venciendo la fatiga y el cansancio; mi descanso esté al servicio de los demás.

Ayúdame, Señor, para que mi corazón sea misericordioso y sensible a todos los sufrimientos de los demás; que nadie reciba un rechazo de mi corazón. Que viva serenamente, incluso con aquellos que abusan de mi bondad.

En cuanto a mí, me encierro en el Corazón misericordioso de Jesús. Oh Jesús mío, transfórmame en Ti, porque Tú todo lo puedes. Amén. (EPC)

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