San Judas Tadeo, uno de los santos más populares de la Santa Iglesia, es invocado como el santo de los desesperados y afligidos, el santo de las causas no resueltas y las causas perdidas.
Redacción (28/10/2022 09:09, Gaudium Press) Hoy, 28 de octubre, la Iglesia Católica celebra la fiesta de San Judas Tadeo, uno de los doce apóstoles de Jesús.
San Judas Tadeo era primo hermano de Jesús
Nacido en Caná de Galilea, Palestina, San Judas era hijo de Alfeo (o Cleofás) y María Cleofás. Su padre era hermano de San José y su madre era prima hermana de María Santísima. Por lo tanto, San Judas Tadeo era primo hermano del Señor.
Alfeo (Cleofás) fue uno de los discípulos a los que Jesús se apareció en el camino a Emaús el día de la resurrección. María Cleofás, fue una de las piadosas mujeres que había seguido a Jesús desde Galilea y que permaneció al pie de la Cruz, en el Calvario, junto a Nuestra Señora.
Los cuatro hermanos de San Judas Tadeo
San Judas Tadeo tuvo cuatro hermanos: Santiago, quien fue uno de los doce apóstoles y el primer obispo de Jerusalén; José, conocido como el Justo; Simón, que fue el segundo obispo de Jerusalén, sucesor de Santiago; y María Salomé, madre de los apóstoles Santiago el Mayor y San Juan Evangelista.
Se cree que San Judas Tadeo vivió mucho con su primo Jesús y sus tíos, María y José. Seguramente fue esta convivencia fraterna, además del parentesco muy cercano, lo que llevó a san Marcos a citar a san Judas Tadeo y sus hermanos como los “hermanos” de Jesús (Mc 6,3).
San Judas Tadeo y la Biblia
El nombre de San Judas Tadeo rara vez se menciona en la Biblia. Aparece como uno de los apóstoles escogidos por Jesús y en el episodio de la Santa Cena del Jueves Santo.
En esta ocasión, cuando Jesús confió a los apóstoles las maravillas del amor del Padre y les concedió una especial manifestación de sí mismo, San Judas Tadeo, mostrando su generosa compasión hacia todos los hombres, preguntó: “Maestro, ¿por qué te has de manifestar sólo a nosotros y no al mundo?” Jesús le respondió diciendo que habría manifestaciones de él a todos los que guardaran su palabra y permanecieran fieles a su amor.
Una vida dedicada a la evangelización
Después de recibir el Espíritu Santo, en el Cenáculo de Jerusalén, junto con los demás apóstoles, San Judas inició su predicación en Galilea, viajando después a Samaria y otras poblaciones judías. También participó en el primer Concilio de Jerusalén, celebrado en el año 50.
Más tarde evangelizó Siria, Armenia y Mesopotamia (actual Irán), donde ganó la compañía de otro apóstol, Simón el “Celote”, que ya evangelizaba Egipto. Por su predicación y su testimonio enérgico y vigoroso, San Judas Tadeo convirtió al cristianismo a muchos paganos y pueblos de otras religiones.
San Judas Tadeo es detenido junto a San Simón
Su vida fue totalmente dedicada a la evangelización y un testimonio completo e incondicional de las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo. Su predicación comenzó a atraer el inconformismo de algunos paganos, quienes comenzaron a poner a la gente en su contra.
San Judas Tadeu y San Simón fueron detenidos y llevados al templo del sol. Allí se negaron a negar a Jesucristo y adorar a la diosa Diana. En aquella ocasión San Judas dijo al pueblo: “Para que sepáis que estos ídolos que adoráis son falsos, los demonios saldrán de ellos y los quebrarán”. En el mismo instante, dos horribles demonios destrozaron todo el templo y desaparecieron.
El martirio de San Judas Tadeo
El pueblo se indignó y, incitado por los sacerdotes paganos, se lanzó furiosamente contra los apóstoles. San Judas Tadeo fue asesinado por sacerdotes paganos de una manera cruel, violenta e inhumana.
San Judas Tadeo está representado sosteniendo un libro, que simboliza la palabra de Dios que anunció, y una alabarda, una especie de hacha, que fue el instrumento que se utilizó en su martirio. Sus reliquias se veneran en la Basílica de San Pedro en Roma.
En una revelación a Santa Brígida el propio Jesucritos recomendó que se recurriera a San Judas Tadeo para pedir ciertos favores.
Oración a San Judas Tadeo, patrono de las causas imposibles
San Judas Tadeo, apóstol elegido por Cristo, te saludo y te alabo por la fidelidad y el amor con que llevaste a cabo tu misión.
Llamados y enviados por Jesús, sois uno de los doce pilares que sustentan la verdadera Iglesia, fundada por Cristo.
Muchas personas, imitando vuestro ejemplo y ayudadas por vuestra oración, encuentran el camino hacia el Padre, abren su corazón a sus hermanos y descubren la fuerza para vencer el pecado y vencer todo mal.
Quiero imitaros, comprometiéndome con Cristo y con su Iglesia, para una decidida conversión a Dios y al prójimo, especialmente a los más pobres.
Y, así convertido, asumiré la misión de vivir y anunciar el Evangelio, como miembro activo de mi comunidad. Espero, pues, obtener de Dios la gracia que imploro, confiando en vuestra poderosa intercesión. ¡Amén!
¡San Judas Tadeo, ruega por nosotros! (EPC)
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