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El artículo recoge algunos testimonios de ex miembros que afirman que hubo manipulación y abuso de poder.
Imagen de San Josemaría Escrivá, iglesia de San Juan del Hospital, Valencia, España
Redacción (15/11/2022 11:49, Gaudium Press) El pasado 13 de noviembre apareció en La Nación el artículo “’Es una trituradora psicológica’ -Ex miembros acusan al Opus Dei de manipulación y abuso de poder”, en el que se manifiesta – según afirma el diario – que 19 ex miembros de la institución han descrito “un sistema de inteligencia interno montado para manejar a sus integrantes” y “un proceso de quiebre y manipulación al que se vieron sometidos cuando entraron en crisis con lo que ahora consideran un modelo de vida opresivo. Ya dejaron el Opus Dei, pero dicen que la mayoría de las prácticas siguen vigentes”.
De estos 19, sólo 12 “accedieron a difundir su nombre”, de los cuales La Nación reporta los testimonios de 4. El artículo de La Nación termina con algunos ‘vaticinios’ atribuibles a la redacción del diario: “El futuro del Opus Dei es incierto. Por pedido del Papa, en pocos meses se reformarán los estatutos. De esa reforma dependerá que lleguen a festejar con cierto optimismo el 2 de octubre de 2028, cuando se cumplan los 100 años de su fundación”.
En la nota de La Nación se reportan también expresiones de “Marcelo Possidente, numerario y responsable de los alrededor de 900 hombres que viven en celibato dentro de la Obra en la Argentina, Paraguay y Uruguay, fue el encargado de responder las acusaciones”. Según refiere La Nación, Possidente se manifiesta consciente “de que hay experiencias malas y traumáticas” entre algunos de los que salen de la Obra, “pero no es algo sistemático ni general”.
A la nota de La Nación ha respondido la Oficina de Comunicación del Opus Dei, según publica Aciprensa.
El Opus Dei lamenta del reportaje de La Nación “la omisión de testimonios positivos”, y además invita a “conocer” el espíritu de la Obra.
Expresa la comunicación del Opus Dei que “toda su actividad -de la que participan decenas de miles de hombres y mujeres en más de 70 países- está dirigida a tratar de ayudar a las personas a profundizar en su vida cristiana”.
Sobre los testimonios de ex miembros referidos en La Nación, señala el Opus De que “cuentan vivencias negativas, que ocurrieron hace más de 20 años”. El conocimiento de esas experiencias “nos llena de dolor” y mueve a la Prelatura a “seguir profundizando en cómo mejorar los modos de acompañamiento y formación”.
“Nuestro deseo y nuestra práctica es recibir, acompañar y pedir perdón a quienes hayan formado parte del Opus Dei y no hayamos sabido tratar con la generosidad y el afecto que necesitaban”, expresa.
Al tiempo que afirma que dentro de la Obra ha habido “un aprendizaje y una evolución en la sensibilidad en torno a la salud mental como una ayuda para atravesar situaciones emocionales difíciles”, la nota expresa que “de ninguna manera nos vemos reflejados en las acusaciones de una estructura de manipulación y maltrato”.
Expresa el Opus que es habitual dado el caso que entre los miembros “se sugiera algún especialista”, pero aseguró que “la elección del médico es libre y personal” y que si una persona de la Prelatura ha acompañado a otra a tratamiento, ha sido con consentimiento del paciente.
Sobre la atención espiritual, explica la nota que “siempre se ha procurado seguir las orientaciones de la Santa Sede y las mejores prácticas con la intención de ayudar lo mejor posible”.
Acerca de la cuestiones económicas levantadas por La Nación, afirma el Opus Dei que todas las donaciones se realizan “de acuerdo con la legislación” y están debidamente registradas en contabilidad.
“Existen maneras muy variadas de organizar los gastos comunes”, y quienes pertenecen al Opus Dei “organizan sus cuestiones patrimoniales y testamentales como lo juzguen más conveniente, con total libertad personal”.
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