CELAM renueva consagración a Nuestra Señora de Guadalupe

La ceremonia fue celebrada por el presidente del CELAM, Monseñor Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, en la sede del organismo eclesial en Bogotá, Colombia.

Redacción (14/12/2022 16:57, Gaudium Press) El pasado lunes 12, festividad de Nuestra Señora de Guadalupe, los integrantes del CELAM (Consejo Episcopal Latinoamericano) renovaron la consagración de la organización, fundada en 1955 por Papa Pío XII, y sus colaboradores a la patrona del continente.

Importancia de la figura de Nuestra Señora de Guadalupe

La ceremonia se celebró durante una Misa presidida por Monseñor Héctor Miguel Cabrejos Vidarte, O.F.M. Arzobispo de Trujillo (Perú) y presidente del CELAM, en la sede del organismo eclesial en Bogotá, Colombia. Estuvo presente una delegación de la presidencia, los coordinadores de los centros de pastoral y el equipo de trabajadores de la institución.

En su homilía, Monseñor Cabrejos destacó la importancia de la figura de Santa María de Guadalupe para la Iglesia en el continente y en particular para la labor pastoral del CELAM. El prelado también destacó el papel de la Madre de Dios en la historia de la salvación y su deseo de que los fieles sigan su ejemplo como discípula misionera al servicio de la construcción del Reino de Dios.

Nuestra Señora como vía segura para llegar a Cristo

Posteriormente se rezó una oración que recuerda a Nuestra Señora como camino seguro para llegar a Cristo y en la que se la invoca como Madre compasiva, virgen contemplativa y activa en un mismo amor por la Palabra. “Cada una de sus visitas a nuestro corazón nos invita a una conversión permanente y nos exhorta a vivir una caridad ardiente hacia todos”, destaca una parte de la oración.

Finalmente, se pide a la Madre de la Misericordia que les dé la gracia de construir con ella una Iglesia, para que juntos podamos glorificar a Dios. “Estamos aquí hoy ante ti, Madre Santísima, Madre del Dios Verdadero, para renovar nuestra fe en quien te eligió como mensajera de su Evangelio y construir una casa común para que todos puedan escuchar la misma Palabra y compartir la misma mesa eucarística”, dice parte de la súplica. (EPC)