España aterrorizada por ataque en Algeciras contra dos iglesias: “Muerte a los cristianos”, gritaba Kazan

“Alá es grande” decía Yasin Kanza, magreví de 25 años. Un sacristán muerto y cuatro heridos – entre ellos un sacerdote – es el saldo humano del ataque

Redacción (26/01/2023 08:32, Gaudium Press) Finalizaba ayer la eucaristía en la iglesia de La Palma, en Algeciras, ciudad meridional española. Era la misa de las 19:30, cuando un hombre entra gritando, con un machete, tirando al suelo imágenes, cruces y velas, dirigiéndose al altar mayor. El ‘error’ del sacristán fue su insistencia, su valentía.

Porque el hoy muerto Diego Valencia exigió a Yasin Kanza que abandonase la iglesia, cosa que estaba haciendo el musulmán. El hombre salía por la sacristía, donde amenazó también a dos mujeres ahí presentes, y nuevamente Diego le exigió que abandonara el templo. Fue entonces que Kanza comenzó a perseguir al sacristán con su machete, hasta la Plaza Alta, donde lo alcanzó, lo golpea en la cabeza, le da machetazos, lo remata. La policía llega, consigue dominarlo después de que este opone una “gran resistencia”, cuando iba en dirección a una tercera iglesia.

Antes Kanza había estado en otra iglesia, la capilla de San Isidro, donde también había golpeado imágenes con su machete. Primero había estado gritando a los feligreses, instándolos a abandonar la fe de Cristo. Pero después había regresado con su machete asesino y según algunas fuentes con un Corán: cuando el P. Antonio Rodríguez, el párroco de la capilla, lo quiso detener, Kanza lo apuñaló en el cuello, y por poco sigue la fortuna del sacristán Diego. En este momento el sacerdote se recupera en el hospital Puerta de Europa.

Los gritos de “Alá es grande” y “Muerte a los cristianos” amenizaban con sus timbres el siniestro recorrido de sangre del magreví.

Yasin Kanza, un ‘okupa’, sin antecedentes pero seguido por la Policía

Kanza, de origen marroquí y 25 años, se encontraba en España desde el verano en situación irregular. Su actitud “esquiva” y el que se estuviera moviendo en entornos marginales, atrajeron la atención de la policía, que no lo detuvo por carecer de antecedentes.

En declaraciones a los medios, el presidente de Andalucía Juanma Moreno dijo que al parecer Kanza había sufrido un proceso de radicalización y probablemente “un proceso de fanatización le ha llevado a un móvil religioso”, aunque se está a la espera de análisis psiquiátricos.