Conocer estas promesas puede motivarnos aún más en el rezo diario del Santo Rosario.
Redacción (28/04/2023 09:47, Gaudium Press) El Santo Rosario es una de las devociones marianas que más agradan a la Madre de Dios. En varias apariciones, Nuestra Señora lo dejó muy claro e incluso hizo algunas promesas. Estas son las llamadas quince promesas hechas por la Virgen a quien se aficione a esta oración:
1. Quienes recen el Rosario con mucha fe recibirán gracias especiales;
2. Prometo mi protección y las mayores gracias a los que rezan el Rosario;
3. El Rosario es un arma poderosa para evitar ir al infierno: destruye los vicios, reduce los pecados y nos defiende de las herejías;
4. Recibirá la virtud y abundarán las buenas obras, recibirá la piedad de Dios por las almas, rescatará el corazón de los hombres de sus amores y vanidades terrenales, y los enaltecerá en el deseo de las cosas eternas. Las almas se santificarán a través del Rosario;
5. El alma que se me encomiende en el Rosario no perecerá;
6. El que reza el Rosario con devoción, y tiene los misterios como testimonio de vida, no conocerá la deshonra. Dios no lo castigará en su justicia, no morirá de muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna;
7. El que es un verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Santos Sacramentos;
8. Los que recen el Santo Rosario con gran fe, en la vida y en la hora de la muerte, encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán del paraíso por los méritos de la santos;
9. Libraré del purgatorio a los que recen el Rosario con devoción;
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10. Los hijos devotos del Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo;
11. Todo lo que me pidáis lo obtendréis por el Rosario;
12. Los que propaguen mi Rosario serán asistidos por Mí en sus necesidades;
13. Mi hijo me ha concedido que todos los que se encomiendan a mí al rezar el Rosario, tendrán por intercesores en la vida y en la hora de la muerte a toda la corte celestial;
14. Los que rezan el Rosario son mis hijitos, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo;
15. La devoción a mi Rosario es un gran signo de profecía. (EPC)
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